La dirección de Gran Hermano ha tomado una decisión que ha afectado a todos los concursantes por igual. Volver a los motivos que les llevaron a entrar en el programa; sin privilegios siete días; durmiendo en la misma habitación y nominación disciplinaria para todos los participantes, hecho inédito en la historia del programa.

De esta manera, la dirección trata de reconducir la armonía, un sinsentido porque 'GH' sin movidas no es 'GH' o como diría Bárbara: "Esto no es una biblioteca". Hubo reprimenda por la comida y por las camas mojadas de agua, vinagre y aceite.

Pol esperaba su expulsión. "Soy un tío polémico, o gusto mucho o nada", le comentó al presentador catalán. Fue franco al adelantarse en la entrevista y admitir que su relación con Miguel y no defender a su chica lo suficiente fueron los detonantes de su salida de la casa. Confesó no haberse sentido intimidado por Rodrigo, sobre todo porque estaba seguro que su amada caería rendida ante sus encantos. Fue difícil justificar que durante semanas nadara entre dos aguas y que en varias ocasiones no defendiera a su 'churri' como se esperaba. "Los celazos no me gustan. Creo que la base de una pareja es la confianza", agregó dando muestras de que esa es una de sus mayores preocupaciones una vez vivan la relación fuera. Llegó el momento de hablar de Miguel y fue impactante revisar los vídeos del triángulo amoroso, algunos de los momentos destacados seguro que provocarán un terremoto cuando sea Adara quien las vea.

Se quedaron impactados por la reprimenda, reflexivos y hasta taciturnos... ¿os imagináis la casa de Guadalix como un remanso de paz? Nosotros, no