Insultantemente guapa, impresionante en la forma y en el fondo, Charlize Theron es una de esas actrices que da lo mismo lo que interpreten, de qué se disfracen, qué corte de pelo luzcan, el maquillaje, el vestuario que lleven? siempre desprenden un aura de belleza insana que lejos de producir envidia, sus beldades resultan tan poco aspiracionales que sólo queda mirar y suspirar.
Pero Charlize lleva ya demasiados años en la industria de los sueños para aspirar sólo a convertirse en icono de la moda y de las revistas de belleza. Esa época la sustituyó hace ya tres lustros por una brillante carrera en la que ha pasado de la más guapa (como en 'Las Normas de la casa de la sidra') a casi la más fea en 'Monster', por la que se llevó un Óscar.
Y ahora ha pasado de ser la más buena ('Noviembre dulce') a la más mala de la historia universal de las malas (la madrastra de Blancanieves) en 'Blancanieves y la leyenda del cazador', película que ha protagonizado junto a Kristen Stewart (de la saga 'Crepúsculo') y a Chris Hemsworth (el papá de India Rose, primera hija de Elsa Pataky).
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