Son las 8:00 de la mañana en Guangzhou. Puntual, en la puerta del hotel en el que se aloja el MAPFRE y con una sonrisa tranquila espera Øyvind Vedvik, director de la línea de vela de Helly Hansen, proveedor oficial del equipo español en la vuelta al mundo a vela. Támara Echegoyen y Sophie Ciszek son las dos representantes de la tripulación en la visita que harán a Knowledge Technology Craft (KTC). Las acompañarán, además de varios miembros del equipo de tierra, Øyvind, Kari Andersen y Marit Hilda Vadet de Helly Hansen, idearios de la visita.

“KTC es la empresa que hace toda nuestra ropa técnica de alta calidad. Vamos a hacer un recorrido por la fábrica y conocer cómo se hacen las prendas” dice Øyvind, un noruego vinculado desde pequeño al mundo de la vela y que lleva 10 años trabajando para Helly Hansen en proyectos de vuelta al mundo.

“Vestimos toda esta ropa técnica pero no conocemos el proceso al completo”, comenta la gallega y medalla de oro olímpica Támara Echegoyen, trimmer del MAPFRE. “Tenemos más o menos una idea de cómo creemos que se hace la ropa pero no sabemos si es la real”.

Mucho antes de la fábrica

Lo cierto es que la creación de una prenda técnica no es coser y cantar. Desde su diseño inicial hasta que finalmente se consigue el producto final terminado transcurren normalmente 18 meses. Esto incluye investigación, diseño, desarrollo o fabricación. “Para el MAPFRE tuvimos únicamente cuatro meses para el proceso de recogida de información ya que se trata de lo que nosotros denominamos un proyecto especial”, explica Kari Andersen, responsable de diseño y desarrollo de proyectos especiales de Helly Hansen.

¿Y qué significa exactamente eso de “proyecto especial”? “Recortar los tiempos asegurándonos que mantenemos todas las funcionalidades de cada prenda. Tenemos que estar seguros de que cada prenda rinde al máximo, lo cual implica hacer más visitas a la fábrica, tener un ‘feedback’ continuo de la tripulación sobre su experiencia con la ropa tras cada etapa, aplicar ese ‘feedback’ a las prendas o hacer un seguimiento de la producción para asegurarnos que se entienden los cambios”, y un largo etcétera.

En todo este proceso, el trabajo conjunto de tripulación, dirección de equipo y personal de Helly Hansen es fundamental. “Entre todos hemos trabajado en la funcionalidad de cada prenda, el tejido, el emplazamiento de todos y cada uno de los logos de cada una de las prendas". Lo principal es que los tripulantes no pierdan ni un segundo de su tiempo en preocuparse por la ropa y puedan estar concentrados al máximo en el rendimiento del equipo y en hacer el mejor resultado posible en la regata”.

Comienza el tour

1.500 personas trabajan en la fábrica de KTC de Bantian, de las cuales un 90% son mujeres. Habi recibe a la comitiva en la puerta principal y rápidamente la guía respondiendo amablemente a todas sus preguntas. Lleva 18 años trabajando allí. Hace aproximadamente mes y medio dio a luz su segundo hijo. “Queríamos una niña para tener la ‘parejita’ pero aunque no ha sido así estamos muy contentos”, dice sonriendo mientras camina a paso ligero. “Hace 10 años éramos 3.500 trabajadores pero hay mucha gente que ya no viene a esta zona porque encuentran otros trabajos más cerca de dónde viven”.

Oficinas de desarrollo de diseño, patronaje, almacenamiento de telas y tejidos, comprobación -una a una y por ambas caras- de cada rollo de tela que entra en la fábrica, pruebas de colores en tejido, área de corte de tejidos, estampación de logos, almacén de hilos, zona de trabajo de accesorios -cremalleras, botones- costura, embalaje y etiquetado de cada producto, almacenamiento del producto final. Y si en alguno de los chequeos que se hace entre estas zonas se detecta un fallo, vuelta atrás en la cadena de producción y a comenzar de nuevo.

Sophie Ciszek compite en su segunda Volvo Ocean Race y en ambas Helly Hansen ha sido el proveedor de ropa técnica de los equipos de los que ha formado parte: SCA (2014-15) y MAPFRE (2017-18). A pesar de ello, hasta esta visita, no era realmente consciente de todo el trabajo que implica cada prenda que utilizan a bordo. “Hemos aprendido mucho del proceso, que no se ve y sobre el que nunca nos paramos a pensar: cómo hacen una chaqueta o unos pantalones de aguam por ejemplo. Es un proceso muy largo, en el que hay muchísimas personas involucradas. Me ha sorprendido lo exigente y minucioso que es el control de calidad. Está muy bien y es muy interesante conocer cómo se ‘cuece’ lo que llevamos puesto a bordo”.

“Ahora somos más conscientes del trabajo que requiere cada pequeño cambio que vamos sugiriendo a Helly Hansen. A partir de ahora, cuando me ponga una licra, sabré que son muchos los procesos que se tienen que llevar a cabo para que yo pueda vestirla”, añade Támara.

Son las 3 de la tarde en Guangzhou. Un microbús se detiene frente a uno de los hoteles cercanos a la marina de Nansha, en Guangzhou, escala de la Volvo Ocean Race. Los miembros del MAPFRE se despiden del personal de Helly Hansen mientras comentan lo agradecidos y positivamente sorprendidos que les ha dejado la visita a KTC.

Nunca te acostarás sin saber una, o en este caso, muchas cosas más.