Ramón Carlín, el «navegante de fin de semana» que ganó contra todos los pronósticos en 1974 la primera edición de la Volvo Ocean Race, denominada por entonces Whitbread Round the World Race, ha fallecido en Ciudad de México a los 92 años.

Carlín, un empresario mexicano que tras dedicarse a la venta ambulante constituyó un próspero negocio de venta de electrodomésticos, apenas tenía experiencia y era totalmente desconocido en el mundo de la navegación cuando decidió en 1973 participar en la primera vuelta al mundo por equipos y con escalas.

«Lo que me enganchó fue la aventura, nadie sabía lo que hacer. Era la primera vez que se iba alrededor del mundo con una tripulación completa y la competición iba en serio», explicó Carlín años después. La excepcional dote de liderazgo del mexicano consiguió transformar una tripulación de amigos, familiares, entre ellos su mujer Paquita y su hijo adolescente, y algunos regatistas internacionales, en los ganadores de la durísima competición, en la que participaron 19 barcos y fallecieron tres participantes.

«Ganamos porque lo que nos diferenciaba era el barco y la tripulación», dijo Carlín. «No tuvimos tiempo de entrenar. Mi plan era conocer bien a mi tripulación y enseñarles a manejar el barco durante la primera etapa, pero resultó que todos eran buenísimos».

Carlín, patrón del Swan 65 Sayula II, se convirtió en una leyenda al ganar contra todos los pronósticos a grandes figuras de la vela oceánica de la época, como el británico Chay Blyth. Incluso la prensa británica antes de la salida en septiembre de 1973 se mofaba de las aspiraciones del equipo y los retrataban en viñetas como perezosos mexicanos con grandes sombreros sin ninguna preparación.

Tras su triunfo fue recibido por el presidente mexicano Luis Echeverría en Acapulco y se convirtió en el regatista más famoso del país.

Su increíble azaña se narra en la película ‘The Weekend Sailor’ (2016), dirigida por el mexicano Bernardo Arsuaga, que ganó recientemente el premio al mejor director del San Francisco International Ocean Film Festival y está participando en varios festivales de todo el mundo. «Ganamos gracias a nuestro patrón. Superamos nuestras capacidades porque Ramón Carlín confió en nosotros», señaló el británico Butch Dalrymple-Smith, miembro de su tripulación, en una entrevista con www.volvooceanrace.com.

«Ramón fue lo más parecido al capitán más perfecto que jamás he conocido», añadió el americano Bob Martin, que también fue a bordo del Sayula II. «Era entusiasta e hizo todo de forma profesional. Se preocupó de nosotros, teníamos la mejor comida y el barco estaba perfectamente equipado».

«Realmente fue el patrón perfecto», dijo Dalrymple-Smith. «Identificó las cosas que eran necesarias para ganar la regata y se ocupó de ellas. Dejó al mejor regatista manejar el barco y al mejor navegante encargarse de la navegación».

«Era muy, muy considerado», añadió Dalrymple-Smith. «Si alguien estaba enfermo, se encargaba de su guardia. Secaba nuestra ropa si se nos olvidaba hacerlo. Otros nos hubieran dado un grito. Él no era así»