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Un ilicitano desarrolla una app que permite el control del barco desde el móvil

Esta nueva aplicación facilita el gobierno de la embarcación, sobre todo cuando se navega en solitario

Alberto Padilla ha desarrollado la nueva aplicación en su velero. antonio amorÓS

Un teléfono móvil en un barco puede servir, a partir de ahora, para mucho más que para hacer llamadas o como GPS. El ilicitano Alberto Padilla explica cómo se percató cuando salía a navegar con su velero que el móvil podía tener otras muchas posibilidades. «De esta forma empecé a recopilar aquellas funciones que me gustaría manejar a través de mi móvil, y fueron varias las que comprobé que se podían asignar; como el control del piloto automático, la alarma GSM de corte y encendido de torre de 220v y control de inundaciones, así como los controles del AIS, del molinete del ancla y del panel de instrumentos».

Así fue como surgió PiccoloMarine.com, una Start-up nacida y desarrollada íntegramente en una embarcación, en la que por medio de una App podemos controlar varios sistemas de un velero que facilitan el gobierno de la embarcación, sobre todo si se navega en solitario, y refunde cuatro sistemas en uno.

Base tecnológica y social

Lo realmente peculiar de esta Start-up es su historia, enfoque y objetivo, ya que el proyecto tiene dos partes. Una de perfil altamente tecnológico y otro social. Alberto Padilla, abogado especialista en nuevas tecnologías y un apasionado del mar, cuenta que «fueron varios meses los que estuve programando hasta que al final conseguí una App que hacía lo que quería. Cuando ví el resultado, y después de un par de meses de pruebas, amigos que también navegan, me animaron a comercializarla dado que se trataba de un producto innovador y práctico a la vez. Una vez subida la App al App Store para su revisión, me llamaron de Apple para que les enseñara un vídeo de su funcionamiento, ya que se habían interesado por ella al ser la primera App que integra todas estas funciones en una».

Pero el protagonista de este proyecto, del cual ya hay astilleros que se han interesado en integrarlo en sus últimos proyectos, es es el perro de su creador, ya que toda la historia está íntimamente relacionada y gira entorno a él.

«Mi perro, -explica- un galgo italiano, se llama Piccolo, mi velero también se llama Piccolo y mi Start-up la desarollé íntegramente en mi velero, en mi escaso tiempo libre. Como el logo y la imagen de la marca está inspirada en mi perro, se me ocurrió que también él podría involucrarse en el proyecto y así decidí hacer una linea de ropa náutica sencilla -mis hermanos Gabriel e Iván también se han involucrado en el proyecto- con el logo de la Start-up, de tal forma que cuando la gente compra una camiseta sabe que parte se dona a la Asociación Baasgalgo que se dedica a la recuperación, cura y apadrinamiento de galgos abandonados. De esta forma Piccolo también tiene un fin social y parte de los beneficios obtenidos se destinan íntegramente a ayudar a estos animales que de forma cruel son abandonados».

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