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Pablo Díaz Munio

«La fuerza mental de los regatistas es brutal»

Compara el nivel psicológico de los participantes con el de los alpinistas que suben al Himalaya

«La fuerza mental de los regatistas es brutal»

Pablo Díaz Munio es un médico de grandes aventuras. Además de su participación en la Volvo Ocean Race, ha estado en tres expediciones con la alpinista Edurne Pasabán; en el Annapurna, Shisha Pangma y Everest. «Aunque a nivel fisiológico son completamente diferentes, pues el primero llega al punto más alto del planeta, y el segundo a nivel del mar, en lo psicológico los dos exigen una fuerza mental brutal. Himalayistas y regatistas oceánicos son los atletas con la mayor fuerza mental que hay».

En primer lugar, explíquenos cuál es su trabajo en la Volvo Ocean Race

Soy el «Race Doctor», o sea, el médico de la regata. Mi cometido, por tanto, es la atención médica de la familia Volvo Ocean Race; esto supone que, además de estar disponible para los principales protagonistas de la regata, que son los regatistas, he de atender a todos aquellos miembros del complejo entramado que supone la organización de la regata: equipos de tierra, comunicaciones, prensa, mantenimiento...

Mientras los regatistas están en tierra es fácil atenderlos, pero cuando están en plena competición ¿cómo interviene usted?

Mientras los regatistas están en tierra hay mucho que hacer con ellos, por cuanto están trabajando en su forma física para prevenir problemas una vez ya en la mar. Mientras están navegando, en cambio, están inmersos en sus rutinas, en aquellas para las que se han preparado concienzudamente; muy a menudo están muy centrados en lo que tienen que hacer y hay poco tiempo para detallitos. En caso de incidentes se ha diseñado un protocolo de actuación que espero resulte muy eficaz. Fundamentalmente, se actuará de una manera u otra en función de la gravedad de la situación; pero en lo más habitual, cuando ellos precisen de atención médica llamarán a un grupo de médicos 'de guardia', a nivel internacional, de manera que cubramos tanto todas sus horas navegando como sus idiomas maternos.

¿Es la primera ocasión en que participa en la Volvo Ocean Race o ya lo ha hecho anteriormente?

He estado muy cerca de embarcarme como tripulante en dos ocasiones, pero finalmente no salió el proyecto. Como médico, en cambio, será mi segunda regata VOR.

¿Cuáles son las lesiones o dolencias más comunes en un deporte como éste?

Quizá suene sorprendente pero lo más frecuente, con mucho, son problemas de piel. Y es normal porque esta regata exige llevar el traje de aguas casi cada día, deshidratación muy probable, intemperie agresiva, falta de alimentos frescos, agua de potabilizadora..., en fin, un montón de ingredientes para conseguir que los problemas de piel sean una constante. Igualmente, los problemas derivados de contusiones y demás son también muy frecuentes. En todo caso, nuestra batalla del día a día es intentar prevenir, o al menos minimizar, la deshidratación, que resulta una constante y es en gran medida la responsable de la aparición de todo lo demás.

Usted ha participado en varias expediciones al Himalaya con Edurne Pasaban A nivel médico ¿hay mucha diferencia entre un tipo de actividad y otra?

Hay muchas diferencias pero también muchas similitudes. Diferencias porque la vela transcurre a nivel del mar y el Himalaya a partir de 5.000 metros, lo que cambia toda la fisiología del organismo humano, y esto marca una gran diferencia. Similitudes porque los deportistas profesionales son muy similares en todas sus disciplinas. Por tanto, distintos en su fisiología y antropometría, pero similares en su psicología.

En los barcos las tripulaciones llevan material de primeros auxilios. ¿Cómo son esos botiquines y cómo se actúa ante una enfermedad o lesión grave?

Todos los barcos van provistos de un completísimo botiquín. Se compone de 3 grandes maletas, repletas de medicamentos y material para poder atender médicamente con garantías casi cualquier situación que pudiera darse a bordo. Además, las reglas de la regata obligan a que haya al menos 2 tripulantes formados como paramédicos, familiarizados con los botiquines y sus posibilidades. De este modo, la colaboración de los protagonistas con los médicos a distancia supone una buena garantía de éxito.

Cuando las embarcaciones llegan a puerto tras una regata ¿en qué condiciones se encuentra la tripulación?

Durante los días de navegación yo estaré de guardia, con el teléfono a mano, presto a cualquier consulta que pudiera llegar en cualquier momento, bien sea durante el día o durante la noche. Y conmigo también estará disponible un grupo de dos médicos ingleses, dos holandeses y una doctora francesa. En cada llegada estaré personalmente, dispuesto a atenderles y a poner en marcha los tratamientos de recuperación cuanto antes, ya que no tendremos tiempo que perder, en un intento de que partan en la siguiente salida al cien por cien. Hace años los tripulantes sufrían mucho y la regata les pasaba factura. Sin embargo, se ha avanzado en todos los campos y ahora podemos decir que podemos conseguir que los tripulantes soporten la regata con suficiencia.

Hasta el momento ¿qué enfermedades ha tenido que atender?

Foliculitis, eczemas, infecciones, bursitis, traumatismos varios, deshidrataciones, indigestiones, diarreas, estreñimientos, pseudocongelaciones, palpitaciones y alteraciones cardíacas menores, hongos, cefaleas, otitis, sinusitis, conjuntivitis, lumbalgias, gingivitis, viriasis mil.... Esperemos que en esta edición no me necesiten para nada, sería una estupenda señal.

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