«No ha habido más remedio que poner fin a nuestro proyecto de llegar al continente antártico muy cerca ya de conseguirlo». Así resumía la situación Cocúa Ripoll, tras navegar más de siete mil millas y quedarse a tan sólo cuatrocientas de completar su aventura. «Este año ha sido especial en esta parte del globo. Tras un invierno demasiado extremo una cantidad inusual de hielo ha invadido el contorno antártico más de lo habitual. Dos grandes buques siguen atrapados; muchos de los fondeaderos protegidos a lo largo de la península antártica se encuentran invadidos por grandes bloques de mar congelado, haciéndolos impracticables y todo ese frio añadido ha generado una meteorología un tanto inusual, dando muy pocas oportunidades para atravesar el paso de Drake en condiciones medianamente aceptables». Por lo que ante esta situación la tripulación del Archibald decidió volver a Ushuaia y desde allí diseñar una ruta alternativa por esa parte del mundo.