La Audiencia Provincial de Barcelona condenó ayer a penas de entre tres y cuatro años y medio de prisión a los tres principales acusados de dejar en estado vegetativo a un agente municipal en la calle Sant Pere Més Baix de la capital catalana. El fiscal había pedido un total de 33 años de cárcel para los tres acusados de agredir a pedradas a un agente de la Guardia Urbana que controlaba una fiesta okupa que, debido a las lesiones sufridas, ha quedado en estado vegetativo. El Ayuntamiento de Barcelona anunció ayer que recurrirá al Tribunal Supremo la sentencia inculpatoria por ser las penas muy bajas.