En rueda de prensa al día siguiente de que el Ministerio emitiera una nota en la que califica de "insuficientes" las medidas establecidas en Madrid para reducir la contaminación, Botella ha afirmado que "la señora Narbona ha sido totalmente excesiva", que "es una irresponsabilidad inducir a la alarma de la población" y que este llamamiento se produce "en un periodo electoral".

La delegada de Medio Ambiente ha calificado de "al menos extraño que la preocupación del Ministerio sólo sean la Comunidad y la ciudad de Madrid" y, en un nota oficial de contestación, dice no entender una postura que considera "más propia de otro tipo de organizaciones".

Desde el Ayuntamiento de Madrid, señala la nota, "se hace un llamamiento a la responsabilidad del Ministerio para no alarmar de manera innecesaria a los madrileños y le recuerda que la calidad del aire no se circunscribe al ámbito local sino que presenta una dimensión nacional".

"El aire no conoce límites municipales ni administrativos, el aire tiende a expandirse, y por lo tanto el Ministerio de Medio Ambiente tiene que actuar sobre toda España", ha dicho la concejala, que ha aprovechado para criticar al departamento que dirige Cristina Narbona por retirar el Plan Hidrológico y promover las desaladoras, "que todo el mundo sabe que contaminan infinitamente más".

Acompañada por dos altos cargos de su Área, Botella ha facilitado toda clase de datos durante una hora y media para asegurar que Madrid "ha cumplido en todo momento" la legislación medioambiental vigente, que "está trabajando" para cumplir los objetivos marcados por la UE para 2010 y que "los madrileños tienen que estar tranquilos".

De esos datos, recogidos en las estaciones de la red municipal de Vigilancia de la Calidad del Aire, se desprende que Madrid debe trabajar sobre todo por reducir la contaminación por dióxido de nitrógeno, que cumple la legislación vigente aunque está por encima de los niveles recomendados por la UE.

Para reducir este contaminante, achacable en su mayor parte al tráfico rodado, el Ayuntamiento de Madrid va a centrar sus esfuerzos en el 10% de vehículos más contaminantes, que generan el 80% del dióxido de nitrógeno, como son los de más de 10 años o las flotas de reparto, sin renunciar a limitar la circulación si se alcanza el umbral de alerta, lo que nunca ha ocurrido.