Ataviados con caretas de Bravo con la boca tapada y pancartas de agradecimiento, decenas de concentrados frente al Ministerio de Defensa mostraron su rechazo a la privación de libertado decretada por el Ejército contra Jorge Bravo por haber participado en la manifestación de guardias civiles del pasdo 20 de enero en Madrid. Entre los congregados había militares de paisano, si bien el número exacto de miembros de las Fuerzas Armadas que acudieron a expresarse ante el Ministerio de Defensa era imposible de contabilizar.

La convocatoria contó con el respaldo de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC);, el Sindicato Unificado de Policía (SUP);, la Unión General de Trabajadores (UGT);, la Asociación Nacional de Sargentos Portugueses, Comisiones Obreras y el Foro Europeo de Asociaciones Militares, que engloba a más de 500.000 militares de 34 organizaciones de 22 países. La movilización se produjo ante la atenta vigilancia de dos unidades de intervención del Cuerpo Nacional de Policía y varios agentes de la Policía Municipal de Madrid

El primero en hablar ante los congregados en el Ministerio fue el 'número dos' de AUME, Mariano Casado, que destacó a Bravo "como un ejemplo de ciudadanía". Además, consideró que la movilización de este sábado marca "un día histórico" y demuestra que los militares puede ejercer "su derecho de reunión de manera pacífica y responsable". Asimismo, reclamó al Gobierno que promueva ya "una ley de derechos y deberes de los ciudadanos de uniforme", en referencia al proyecto de Ley de Derechos y Deberes de las Fuerzas Armadas que el Gobierno debería haber enviado hace meses al Parlamento en cumplimiento de una disposición adicional de la Ley de Defensa Nacional.

"UN NUEVO CAMINO".

La hermana del brigada Bravo tomó la palabra en la tribuna de oradores para dar lectura a la carta enviada por el presidente de AUME desde su centro de internamiento disciplinario en Colmenar Viejo (Madrid);. Muy emocionada, transmitió el agradecimiento de su hermano por la "solidaridad" expresada en la "histórica" concentración ante el Ministerio de Defensa.

En su misiva, el presidente de AUME aseguró que los "deseos de movilización y participación de los militares" son "crecientes" y resaltó que se ha abierto "un nuevo camino" para llegar allí donde "los canales habituales se pierden en bifurcaciones que llevan a lugares vacíos". La carta de Bravo concluyó trasladando a los congregados su agradecimiento por "dar sentido a los 40 días de lucha", en referencia a su arresto, y con un simbólico mensaje: "abriendo camino, haciendo historia".

En el escenario habilitado en la calle General Yagüe intervinieron también los dirigentes de los sindicatos y asociaciones que respaldan a AUME en sus reclamaciones y solicitan la libertad de su presidente. El presidente de la Asociación Nacional de Sargentos Portugueses, Antonio Lima, subrayó que España y Portugal no pueden querer tener "soldados del Siglo XXI" y al mismo tiempo tratarlos "como en la época medieval". El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Estaban Ibarra, uno de los más enérgicos en el estrado, hizo hincapié en que "el sentir mayoritario" de la sociedad apoya "el derecho de reunión y de asociacionismo para todo el mundo".