El artefacto era mixto explosivo-incendiario y estaba compuesto, entre otros elementos, por dos botellas de cámping gas, cuatro petardos pirotécnicos de gran potencia y una lata de pintura de 4 kilos.

El artefacto fue colocado junto a la puerta del garaje y con su explosión se generó un incendio que fue apagado con mangueras por el propio delegado del Gobierno, que esta pasada noche pernoctaba en su pueblo, y algún otro miembro de la familia antes de la llegada de los bomberos y la Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación.

Esta rápida actuación, indicaron las mismas fuentes, impidió que se produjeran daños mayores, "con riesgo incluso para todo el inmueble", ya que únicamente la puerta del garaje y la fachada fueron quemados parcialmente.

La delegación del Gobierno subrayó su condena por lo sucedido, "como en todos los ataque de violencia callejera a personas físicas y jurídicas y a bienes públicos o privados", y advirtió que los mismos "resultan de todo tipo inútiles a los efectos de amedrentar a la sociedad y de condicionar la actividad de los agentes políticos, económicos y sociales de Navarra, cuya población desprecia a los violentos".

"En el caso del delegado, este ataque no va a menguar ni un ápice su compromiso con la sociedad navarra y española, ni su firme determinación de contribuir en la medida de sus posibilidades a la consecución de una convivencia plenamente pacífica y en libertad, donde caben todas las ideas defendidas con la palabra", destacó.

Señaló también que el delegado del Gobierno "agradece encarecidamente todas las muestras de apoyo que está recibiendo de vecinos y de instancias sociales, políticas, económicas, sindicales, judiciales, educativas y periodísticas".