CONFLICTO DE INTERESES

El Gobierno sale en tromba contra la "denuncia falsa" a Begoña Gómez: "Conocemos a Manos Limpias"

Algunos dirigentes socialistas se deslizan por la pendiente del ‘lawfare’ al referirse a una investigación prospectiva y comparar este caso con el del ex primer ministro de Portugal, António Costa

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abandona el hemiciclo durante la sesión de control al Gobierno celebrada este miércoles.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abandona el hemiciclo durante la sesión de control al Gobierno celebrada este miércoles. / DAVID CASTRO

“Denuncia falsa”. Este fue el concepto más repetido por los ministros socialistas esta mañana en los pasillos del Congreso después de que se conociese la apertura de diligencias previas por parte de un juzgado de Madrid contra la esposa del presidente del Gobierno por un supuesto conflicto de intereses. En el Ejecutivo hablan de “montaje” y señalan que la denuncia a Begoña Gómez “no va a ningún lado” porque “conocemos a Manos Limpias”. Una organización “ultraderechista”, según la descalificó la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, con el objetivo de “difamar e injuriar”.

Pedro Sánchez llegó a la sesión de control al Gobierno visiblemente molesto y con semblante serio para sacar el tema a iniciativa propia: "En un día como hoy y después de las noticias que he conocido, a pesar de todo, sigo creyendo en la justicia de mi país". Sin referirse directamente a las diligencias secretas de las que informó El Confidencial, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, le había preguntado si seguía creyendo en la justicia al entender que ahora el jefe del Ejecutivo estaría "sintiendo en sus carnes la guerra sucia.

Algunos socialistas se deslizaron por la pendiente del ‘lawfare’ al dar a entender, como el portavoz del PSOE, Patxi López, que se está produciendo una investigación prospectiva. Tras criticar que la denuncia se basa en “bulos”, lamentaba que en lugar de demostrar la culpabilidad “sean esas personas las que tengan que demostrar si son inocentes”. Un país en el que hay que demostrar la inocencia, eso es tremendo", concluía.

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, dejaba entrever el marco de la guerra sucia al comparar este caso con el del ex primer ministro de Portugal, António Costa. “No es la primera vez que los socialistas vivimos campañas de acoso y derribo, con falsedades y denuncias falsas. Lo hemos vivido aquí, y también en el país vecino”, aseguraba a través de la red social X, para concluir que “la verdad siempre se abre paso”.

La organización ultra que ha denunciado a Begoña Gómez también denunció a las marionetas de Los Lunnis

Agencia ATLAS / Foto: EFE

En esta línea, otras fuentes socialistas calificaban como un hecho de “extrema gravedad” que se conozca una actuación judicial por un medio de comunicación sin que antes se haya notificado a la parte interesada. De ahí la indefensión a la que hacía referencia el portavoz de los socialistas en el Congreso, más allá de que el juez haya decretado el secreto de sumario. El otro mensaje en el que insisten los miembros del Gobierno es que la actividad profesional de la mujer del presidente es intachable. La denuncia sostiene que Begoña Gómez, "prevaliéndose de su status personal" por ser esposa del presidente del Gobierno, "ha venido recomendando o avalando por carta de recomendación con su firma a empresarios que se presentaban a licitaciones públicas".

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, no hizo referencia durante la sesión de control al salto judicial sobre el conflicto de intereses de la esposa de Sánchez, que vienen denunciando, ni tampoco el resto de diputados populares que realizaron preguntas al Gobierno. Sí lo hizo posteriormente en una comparecencia ante los medios la vicesecretaria y diputada popular Esther Muñoz, quien pidió la comparecencia de Sánchez de forma “urgente” para dar explicaciones sobre los negocios relacionados con el entorno de su mujer.

“Prácticas de la ultraderecha”

Los socialistas no tardaron en acusar al PP de “utilizar” lo que consideran una denuncia falsa para enmarcarlos dentro de una estrategia con “prácticas trumpistas”. “No vamos a consentir que esas prácticas de la ultraderecha socaven la democracia española que se ha construido con tanto esfuerzo”, avisaba la vicepresidenta primera. El tono de los miembros del Gobierno fue a más a lo largo de la mañana para entonar un “no todo vale”.

La mayoría de ministros se referían, como vienen haciendo desde que el PP pusiese el foco en un supuesto conflicto de intereses de Gómez relacionado con el rescate a Air Europa (Globalia), a que la oposición habría traspasado la línea roja de los entornos personales. En pleno ciclo electoral, a las puertas de la campaña de las catalanas y con las europeas el próximo 9 de junio, la crispación entre los dos principales partidos vuelve a máximos.