El expresidente de la Generalitat de Cataluña CataluñaCarles Puigdemont y el exconsejero y diputado de JxCat Jordi Turull renuncian a volver a optar a la investidura y apuestan por Jordi Sànchez para ocupar la presidencia del Gobierno catalán. Así lo han hecho saber ambos en una carta enviada a sus compañeros de JxCat en la que les piden la reactivación de la candidatura de Sànchez, que ya ha expresado que está dispuesto a optar de nuevo a la investidura.

En su misiva, Puigdemont pide exigir al Estado que permita ahora la investidura de Jordi Sànchez como presidente de la Generalitat, atendiendo a las "medidas" planteadas por el Comité de Derechos Humanos de la ONU en defensa de sus "derechos políticos".

Así lo ha planteado Puigdemont, recluido en un centro penitenciario de Alemania, en una carta dirigida a su grupo parlamentario, que ha sido leída esta mañana en una reunión de JxCat, justo antes de que arrancase el pleno del Parlament.

En la carta, firmada desde la cárcel de Neumünster, Puigdemont expone que el pasado 23 de marzo el Comité de Derechos Humanos de la ONU "dictó unas medidas cautelares por las cuales el Estado español debe garantizar" al número dos de JxCat, Jordi Sànchez, preso en Soto del Real (Madrid), "el ejercicio en plenitud de sus derechos políticos".

"La decisión es consecuencia de la vulneración de su derecho a someterse al debate de investidura para ser escogido presidente de la Generalitat de Cataluña, derecho que tenía y tiene, dada su condición de diputado del Parlament", subraya.

Según Puigdemont, no se trata de una "resolución menor ni trivial sino de gran trascendencia", ya que "todos los Estados que se han adherido" al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos "deben cumplir obligatoriamente las resoluciones que dicta el Comité de Derechos Humanos".

"Estamos ante una oportunidad, sin precedentes, que hemos de aprovechar jurídica y políticamente en la defensa de nuestra causa a nivel internacional", destaca.

Por ello, Puigdemont formula un encargo a su grupo parlamentario: "Hay que exigir al Estado español el cumplimiento de las medidas de las Naciones Unidas y preservar los derechos del diputado Jordi Sànchez como candidato a la presidencia de la Generalitat".

"Hacerlo es un acto de justicia que repara el daño causado por los poderes del Estado español. Hacerlo insta al Estado a comportarse como el resto de países de Europa y a respetar los derechos políticos de todos, incluidos los derechos políticos de las minorías que querría silenciar", añade.

A su juicio, "ya que el Estado español no se comporta de manera democrática por propia voluntad, al menos hagamos que responda a las instancias internacionales que tiene la obligación de obedecer en virtud de los acuerdos firmados".

En caso de que el Estado "opte por ignorar el derecho internacional y la petición del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas" y persevere en su persecución política e ideológica", remarca Puigdemont, "demostrará una vez más que es capaz de cualquier cosa para alterar el normal funcionamiento de la democracia en Cataluña".

"Esta, que es una posibilidad bien real, la deberíamos también aprovechar para la defensa de libertades políticas de Cataluña, sumando a nuestra causa una nueva vulneración de los derechos civiles en nuestro país", apostilla Puigdemont, que dice en su carta que "añora poder hablar directamente" a sus compañeros de grupo.

La carta de Turull y la respuesta de Sànchez

Por su parte, el exconseller y diputado de JxCat Jordi Turull ha enviado también una carta al presidente del Parlament, Roger Torrent, anunciando su renuncia a ser candidato, mientras que Sànchez, también preso, ha dirigido otra misiva al grupo parlamentario en la que indica que proponer su investidura es "una decisión justa jurídicamente y necesaria políticamente".

Sànchez ha señalado que, tras la admisión a trámite de su demanda por parte del Comité de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, "es evidente que el Estado español no tiene otra opción" que respetarla.

"No hacerlo sería un escándalo jurídico mayúsculo y evidenciaría nítidamente ante las Naciones Unidas aquello que hace tiempo que denunciamos: que el Estado español no es una democracia consolidada, que los derechos políticos de los adversarios políticos del Gobierno español son vulnerados", ha añadido.

Según Sánchez, el Comité de Derechos Humanos "abre un resquicio y una garantía para poder convocar un pleno de investidura", en el que, ha aseverado, él tiene "plena disposición a afrontar", si así lo suscriben sus compañeros del grupo parlamentario de JxCat.

El exlíder de la ANC agradece la "generosidad" de Turull y su "coraje" por presentar su candidatura a la investidura "en un momento crítico políticamente y personalmente", el día antes de ser "injustamente encarcelado".

Turull, por su parte, en la misiva dirigida a Torrent desde Estremera (Madrid), ha anunciado que retira su candidatura "de manera provisional", después de que solo se pudiera celebrar la primera votación de su investidura, que fue fallida, el día antes de su reingreso en prisión, por orden del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena.

El gesto de Jordi Turull permite proceder a la investidura de Sànchez, en lo que sería, según describe el exconseller, "un acto de justicia".

En sus respectivas misivas, Turull y Sànchez abonan la estrategia que también ha formalizado hoy en otra carta el líder de JxCat, Carles Puigdemont, quien ha pedido exigir al Estado que permita ahora la investidura del exlíder de la ANC atendiendo a las "medidas" planteadas por el Comité de Derechos Humanos de la ONU en defensa de sus "derechos políticos".