El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, considera "de obligado cumplimiento" investir un presidente no independentista --si los números lo permiten-- tras las elecciones del 21 de diciembre en Cataluña, comunidad a la que ha definido como "nación", pero dentro de una única soberanía, la del conjunto del pueblo español.

"Si hay una mayoría parlamentaria alternativa al independentismo es de obligado cumplimiento que nos pongamos todos de acuerdo para que haya un gobierno diferente en Cataluña", ha afirmado en una entrevista en la cadena Ser, recogida por Europa Press.

Sánchez ha subrayado que el PSC, el socio del PSOE en Cataluña, sale a ganar los comicios del 21 de diciembre y está convencido de que su candidato, Miquel Iceta, es el mejor capacitado para ofrecer una "solución" a la fractura provocada por el independentismo y tender puentes con otras formaciones.

No obstante, ha dejado claro que la prioridad para los socialistas es que tras el 21-D, "si hay opciones", haya un "presidente no independentista" que se comprometa a desarrollar "un programa de izquierdas, de políticas progresistas". El PSC, ha insistido, no va a hacer presidente "a alguien que es independentista".

Bajo el punto de vista de Sánchez, Iceta es el candidato mejor capacitado para superar vetos de otros formaciones. Y es que en su opinión, no se puede combatir a los que defienden una sola idea en Cataluña (la independencia) con la idea contraria, que sería la de un Estado español más centralizado.

"Hay que cambiar para unir" las "fracturas" abiertas en Cataluña, donde, ha augurado, "se van a pasar unas malas navidades en las familias", por el clima de crispación político y social.

Sánchez ha evitado alinearse con la polémica propuesta de Iceta de solicitar el indulto para los presos del 'procés' y ha subrayado que hacer una petición de este tipo con el proceso judicial en marcha, es decir, antes de que haya una condena es "prematuro". "Dejemos a los jueces trabajar", ha zanjado.

Financiación y singularidades

El líder del PSOE sí se ha mostrado en sintonía con las propuestas de Iceta para abrir el debate sobre la reforma de la financiación autonómica porque, ha subrayado, lo que plantea el primer secretario del PSC es un modelo de negociación "multilateral", es decir, entre todas las Comunidades Autónomas, y no sólo de Cataluña con el Estado.

Cataluña, afirma Sánchez, tiene un problema de financiación, pero también reclama que se le reconozcan una serie de "singularidades". Y eso podría solventarse, defienden los socialistas, con una reforma de la Constitución y del Estatuto.

El PSOE, ha señalado Sánchez, defiende la necesidad de proceder a actualizar la Constitución, tanto si del 21-D sale un Gobierno independentismo como si se forma un Ejecutivo no independentismo. Es más, cree que si se forma una alternativa no independentista "con más motivo" se ha de abrir la actualización del pacto constitucional.

Eso sí, Sánchez ha fijado una línea roja al PP y a Ciudadanos: "no vamos a entrar en ninguna negociación que implique la recentralización de competencias y en consecuencia, desbaratar el Estado autonómico".

Al líder socialista le parece "razonable" la propuesta formulada por varios catedráticos de derecho constitucional que han propuesto clarificar en la Constitución las competencias que son del Estado y que el resto se especifique en los Estatutos de Autonomía que deberían votarse solo en los parlamentos autonómicos.

Rechaza un concierto para Cataluña

Sánchez no ha tenido reparos en definir a Cataluña como "nación", pero rechaza para esta comunidad, que supone el 20 por ciento del PIB español, un modelo de financiación similar al cupo vasco.

"Reconocemos (los socialistas) que hay una única soberanía, la del conjunto del pueblo español, pero no negamos que haya sociedades que dentro de esa única soberanía puedan sentir y tener una voluntad de ser nación dentro de esa única soberanía que es la española", ha precisado.

El líder socialista, que ha confirmado mantener una comunicación fluida con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, --hablaron por última vez la semana pasada sobre Cataluña y la situación política general, ha revelado-- ha reprochado al jefe del Ejecutivo que haya pretendido mantener a Cataluña en España, "pero sin contar con Cataluña" y eso va a llevar a que el PP quede en "una anécdota" el 21-D.

Sánchez se ha convencido de que "es bueno para el país" que el presidente y el jefe del principal partido de la oposición tengan una "relación cordial, amable, normalizada" y que compartan "reflexiones" sobre lo ocurrido en los últimos meses para aprender de los errores.