El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont confirmó ayer que él y varios exceonsellers no iban a acudir a declarar a la Audiencia Nacional este jueves, sino que permanecerían en Bruselas.

En un comunicado, Puigdemont se presentaba como presidente del "Govern legítimo" de Cataluña y apuntaba que "en ningún caso los consellers y el president que se quedan en Bruselas contemplan eludir la justicia, sino que justamente la reclaman, y responderán a las citaciones (...) de acuerdo con los mecanismos que ya están previstos en la UE en estas circunstancias".

Asimismo, denunciaba que él y los que fueran sus consellers afrontan un "juicio político" en la Audiencia Nacional, donde la jueza Carmen Lamela les citó como investigados por los presuntos delitos de rebelión, sedición, malversación y otros conexos tras la admisión a trámite de la querella que este lunes presentó la Fiscalía.

En la nota, Puigdemont señalaba que los exmiembros del Govern que "se quedarán en Bruselas" -en principio él y los exconsellers Ponsatí, Comin, Borràs y Serret- se quedarán allí "para denunciar ante la comunidad internacional este juicio político y para emplazar muy especialmente a Europa a afrontar una solución dialogada al conflicto".

Aseguraba también que estas citaciones judiciales "se enmarcan en un sumario sin fundamento jurídico que solo busca castigar ideas. Estamos ante un juicio político".

Asimismo, censuraba la "desproporción de las penas solicitadas por el fiscal, reprobado por el Congreso español, equivalentes a delitos como el asesinato o el terrorismo", decía, y que demuestran que, a su juicio, estamos "ante un juicio político efectuado al dictado del Gobierno del Estado español".

"Afrontamos las penas de prisión que nos esperan como una denuncia de la situación que vive la democracia en el Estado español y como un grito a favor de la libertad de nuestro pueblo", aseguraba el exjefe del ejecutivo catalán.

Mientras tanto, Puigdemont volvió usar este miércoles las redes sociales para lanzar otro mensaje: "A un mes del referéndum catalán del 1 de octubre. A pesar de las amenazas pasadas y presentes seguimos trabajando. Orgullo de Pueblo", escribió.

La última imagen de Puigdemont que se tiene es de este martes, cuando se le vio salir del hotel en el que se alojaba en Bruselas, adonde llegó el lunes, el mismo día en que la Fiscalía presentó contra él, sus exconsejeros, la presidenta y cinco miembros de la Mesa del Parlament sendas querellas por rebelión, sedición, malversación y otros delitos conexos.

La incomparecencia del expresident podría llevar a la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela a enviar una orden europea de detención a la justicia belga para una futura extradición a España.