El conflicto entre las instituciones catalanas y el Gobierno de Mariano Rajoy cambió el viernes de escenario de una forma radical. Desde la declaración de independencia aprobada por el Parlament hasta la intervención del autogobierno vía artículo 155 pasando por el posterior anuncio de la convocatoria de elecciones por parte del Ejecutivo central para el próximo 21-D. Todo ello en apenas cinco horas de vorágine informativa.

Así, mientras el Govern aguardaba a última hora del viernes a ser destituido mientras estudiaba cómo hacer frente a la intervención que ya era inminente, se abría un nuevo debate: qué estrategia adoptar respecto a los comicios autonómicos anunciados por un Mariano Rajoy plenipotenciario para el jueves 21 de diciembre.

El dilema afloraba sobre todo en los herederos de la antigua Convergència. Su presidente, Artur Mas, defendió hace solo unos días concurrir a unas elecciones autonómicas, ya que, aseguró, sería «letal» para el soberanismo quedar fuera del Parlament. Una postura antagónica a la defendida por sus socios de gobierno de la CUP, que directamente se reían de esa posibilidad apelando a convocar «una paella popular».

Arranca la cuenta atrás

En cualquier caso, el reloj electoral ya se ha puesto en marcha y en diez días deben formalizarse las coaliciones electorales que concurrirán a los comicios autonómicos. Ahora toca decidir si se presentarán o no y si lo harán bajo una lista unitaria.

Los partidos que quieran presentarse a las elecciones catalanas convocadas para el 21 de diciembre tendrán de plazo hasta el 17 de noviembre para hacerlo ante la Junta Electoral, según la Ley Orgánica del Régimen Electoral (Loreg), por la que se rige esta convocatoria. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer el decreto de disolución del Parlament catalán, ordenado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en aplicación de las medidas autorizadas por el Senado al amparo del artículo 155 de la Constitución, y la convocatoria de comicios para el jueves 21 de diciembre.

Con esta publicación se pone en marcha un ajustado calendario electoral que culminará con las elecciones. Al ser en día laboral, la legislación permite a los electores disponer de cuatro horas remuneradas durante la jornada de trabajo para ejercer su derecho a voto. Dado que Cataluña no tiene una ley electoral propia se rige por la Loreg, y el proceso de comicios tendrá que ser supervisado por la Junta Electoral Central (JEC), renovada recientemente con nuevos nombramientos.

El censo que se utilizará será el cerrado el pasado 1 de agosto, en virtud del artículo 39 de esta ley, que dice que para cada elección el censo electoral vigente será el cerrado el día primero del segundo mes anterior a la convocatoria. La Loreg es muy estricta con respecto a los plazos y procedimientos que deben cumplir tanto los partidos y coaliciones que quieren concurrir a las urnas, como las administraciones públicas que deben garantizar el buen desarrollo y limpieza del proceso hasta la constitución del nuevo parlamento.

La campaña, el 5-D

Unas elecciones para las que habrá una campaña electoral de 15 días, que comenzará a las cero horas del día 5 de diciembre y que acabará a las doce de la noche del día 19. El día 20 será la jornada de reflexión.

En función de la normativa electoral, ayer mismo se inició el plazo de solicitud de voto por correo; antes de una semana, los ayuntamientos deberán comunicar a las juntas electorales los emplazamientos para que los partidos coloquen carteles, pancartas y banderolas.