El Parlament aprobó ayer en votación secreta, con los votos de Junts pel Sí (JxSí) y la CUP, y en ausencia de los diputados de Cs, PSC y PPC, una resolución en la que, en su preámbulo, se declara un «Estado independiente en forma de república». Después de jornadas de intenso debate interno en el soberanismo y un amago de convocatoria de elecciones el jueves por parte de Puigdemont, JxSí y la CUP culminaron ayer su proyecto para esta legislatura con la proclamación unilateral de una «república» catalana, en un pleno del Parlament que transcurrió en paralelo al debate en el Senado sobre la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Al filo de las 13.30 horas, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, dio inicio a la sesión plenaria, en la que se debatieron y votaron las propuestas de resolución en respuesta al artículo 155 de la Constitución.

Todas las propuestas de la oposición fueron rechazadas y sólo las dos de JxSí y la CUP, una con la declaración de independencia y otra sobre el inicio de un «proceso constituyente», salieron adelante en una votación en la que no participaron los diputados de Cs, PSC, y PPC porque abandonaron el hemiciclo, tras registrarse momentos de tensión.

En su preámbulo -y no en la parte sometida a votación, porque JxSí y la CUP consideraron que la independencia ya fue votada por la ciudadanía en la jornada del 1-O-, la resolución principal, aprobada por 70 votos a favor, 10 en contra y 2 en blanco, dice: «Constituimos la república catalana, como Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social». «Asumimos el mandato del pueblo de Cataluña expresado en el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre y declaramos que Cataluña se convierte en un Estado independiente en forma de república», afirmó el texto.

La resolución se aprobó mediante voto secreto en urna a petición de JxSí, lo que provocó protestas de otros grupos, que pidieron votación ordinaria a través del habitual sistema electrónico para que constara la posición de cada diputado.

Emoción en JxSí y la CUP

El presidente del PPC, Xavier García Albiol, llegó a tacharlos de «cobardes» por optar por la votación secreta. Al término de la votación, los diputados soberanistas se levantaron para cantar el himno catalán, «Els Segadors», y salieron entre besos, abrazos, caras de euforia e incluso algunas lágrimas de emoción, como las del cantautor y diputado de JxSí, Lluís Llach.

Puigdemont, que no intervino ni el jueves ni ayer en el pleno de respuesta al 155, hizo su primera intervención pública junto a las escalinatas del Parlament, arropado por sus consellers y por los diputados de la mayoría independentista, así como por más de 200 alcaldes soberanistas. En su discurso, Puigdemont aseguró que había llegado la hora de que las instituciones y los ciudadanos mantuvieran «el pulso del país» en el terreno de «la paz, el civismo y la dignidad». Puigdemont insistió en la legitimidad del proceso soberanista y remarcó que, «como ha ocurrido siempre y continuará pasando», son las instituciones y los ciudadanos los que «conjuntamente, de forma inseparable, construyen pueblo y sociedad», consiguiendo «conquistas democráticas» de forma «cívica».

Por su parte el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, apeló ayer a la «participación de todos» en el proceso constituyente para construir la república catalana, y aseguró que el Govern «estará al servicio de todos» los ciudadanos. En un discurso junto al presidente Puigdemont, Junqueras defendió que han actuado en base a los valores universales: «En todo el mundo pueden compartir los valores que queremos expresar en esta nueva república», dijo.

Críticas de la oposición

Previamente, en el hemiciclo, la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, sostuvo que la declaración unilateral de independencia era un «ataque a los valores fundacionales de la UE». La portavoz parlamentaria del PSC, Eva Granados, dijo que «nadie» quiere que se aplique el artículo 155, pero advirtió de que será «inevitable» si se declara la independencia, un «error» que «lo revienta todo» y que «pagarán todos los catalanes».

La diputada de Catalunya Sí que es Pot Marta Ribas lamentó que «dos barbaridades», en referencia a la tramitación del artículo 155 y a la declaración unilateral de Independencia. El portavoz parlamentario del PPC, Alejandro Fernández, acusó a Puigdemont y a Junqueras, de «sacrificar» la prosperidad de Cataluña. En cambio, el diputado de la CUP Carles Riera dijo que la mayoría independentista dio «un paso» hacia la «república» catalana «con la cabeza alta».