La "intencionalidad" ha sido señalada por parte de los presidente del Gobierno central y la Xunta y también por parte del alcalde de Vigo como causa de los incendios que han matado a cuatro personas, incendios que han matado a cuatro personas, quemado miles de hectáreas y puesto en peligro viviendas e integridad de miles de ciudadanos. El comisario de Vigo-Redondela, Manuel Teijeiro, incluso vinculó los fuegos que aterrorizaron el centro de la ciudad con más población de Galicia con "cierta organización" de los autores. Loa agentes identificaron a más de una treinetena de personas, si bien muchos mostraron filiación con el lugar donde fueron localizados. La Policía Nacional también revisará varias cámaras de seguridad, especialmente en el casco urbano en busca de patrones comunes o coincidencia de personas en distintas zonas incendiarias.

Por su parte, la Policía Autonómica maneja una teoría alternativa para otros fuegos, muchos de ellos registrados en Pontevedra: el "contagio" desde el foco de As Neves, donde llegaron las llamas procedentes de Portugal. Fuentes del cuerpo, dependiente de la Xunta, confirman que, tras cotejar dirección de viento y focos para elaborar conos de proyección, consideran muy probable que el incendio de As Neves fuese el inicio de otros fuegos en Pontevedra.

El viento habría causado esa expansión llevando hasta dos kilómetros por el aire hojas y partes de eucalipto incandescentes que, al contacto con masa vegetal seca, habrían prendido con facilidad, causando incendios secundarios. Descartan de esa teoría el fuego que se originó en Ponteareas y alcanzó Redondela, así como los de Vigo.

Las imágenes de los incendios en Galicia.

En ese contexto, las dudas acerca de grupos organizados no son nuevas, pero en 2010, la Fiscalía Superior de Galicia elaboró el primer estudio sobre el perfil de los incendiarios y descartó la existencia de tramas organizadas,. Eso sí, vinculó el 17,9% de fuegos a la intencionalidad por intereses económicos.

El debate de las causas de los incendios es viejo en Galicia, que en 2006 vivió su verano más negro tras arder más de 95.400 hectáreas. Por el momento, resulta aventurado establecer con categoría su causa, como recordó ayer el fiscal de Medio Ambiente de Galicia, Álvaro García Ortiz. "No debemos especular: es prematuro decir que los incendios son intencionados", advirtió. Para el fiscal, el fenómeno de los incendios es "local" y su naturaleza es de origen "individual", por ello califica de "muy difícil" pensar que el mismo fenómeno de criminalidad organizada pueda darse de manera coordinada en Galicia, norte de Portugal y Asturias.

Los héroes que luchan contra las llamas. Agencia Atlas | EFE

De momento, no existen detenidos tras la toma de declaración de dos sospechosos. Sentar en el banquillo a los responsables de los fuegos resulta difícil. Entre 2012 y 2016, la falta de pruebas concluyentes o de testigos provocó que de los más de 2.500 delitos de incendios forestales que llegaron a los juzgados, apenas 171 (7%) acabasen en un juicio.

En 2006, el entonces Gobierno central del PSOE acusó a tramas organizadas de prender el monte, teoría sobre la que no halló indicio alguno la Fiscalía Superior de Galicia en un estudio específico sobre el asunto, con el que elaboró un perfil del incendiario. Sus principales conclusiones eran:

  • Causas. La mano del hombre se encuentra detrás de la mayoría de incendios. Según el citado estudio, las imprudencias en prácticas tradicionales como las quemas de rastrojos, por ejemplo,) causaban casi un 24%, por otro 25% vinculado a colillas mal apagadas, barbacoas o pirotecnias. Solo el 7% estaba vinculados a pirómanos. En un 17,8% se vinculaba a intereses económicos, sean urbanísticos o ganaderos. Un 20% de fuegos eran provocados por personas con problemas psicológicos "sin ninguna motivación aparente", como expuso el entonces fiscal superior, Carlos Varela.
  • Perfil. La radiografía del causante de incendios que mostraba la Fiscalía era el de un varón de entre 30 y 70 años, sin antecedentes penales, dedicado principalmente a tareas agrícolas, residente en el en un entorno rural y en el municipio donde prende las llamas, con bajo nivel de estudios y que actúa en solitario.
  • Denuncias. El 41,3% de las denuncias procedían de los cuerpos de seguridad, mientras que cuatro de cada diez proceden de los vecinos. En un 11,6% de situaciones, el autor del fuego es quien lo denuncia.