Las cargas policiales ante los colegios electorales y el insólito modo de votación han marcado la jornada del 1-O en Cataluña, donde las Fuerzas de Seguridad del Estado han asumido la retirada de las urnas electorales para impedir el referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional.

La intervención de la Policía Nacional y la Guardia Civil se ha visto rodeada de momentos de tensión con los manifestantes independentistas ante las puertas de varios centros de votación, donde los agentes han retirado por la fuerza a algunas personas.

El catedrático de Ciencias Políticas Ferran Requejo, miembro del equipo de siete académicos que han supervisado el referéndum, ha asegurado que los Mossos d'Esquadra han cerrado 160 colegios electorales sin causar heridos y que la Policía Nacional y la Guardia Civil han provocado más de 800 cerrando 90 centros.

Lo ha dicho una rueda de prensa que ha ofrecido acompañado de los otros seis supervisores, en la que ha criticado las "contundentes cargas policiales" de la policía, que, según ha apuntado, también ha provocado cuantiosos daños materiales.

Requejo ha detallado que la actuación policial ha provocado que a las 9 horas se abrieran 2.162 colegios de los 2.315 previstos: "Entre las 8 y las 9 la se han presentado en un número importante de centros para impedir el voto de manera claramente selectiva, donde tenía que votar el presidente, el vicepresidente y la presidenta del Parlament".

Interior apela a la tranquilidad

Interior apeló a la tranquilidad en las calles y pidió la colaboración y respeto en los colegios para que las fuerzas de seguridad pudieron cumplir con la orden judicial de impedir de forma pacífica la celebración del referéndum suspendido por el Constitucional.

Graves incidentes durante las cargas de la Policía Nacional en Barcelona. Vídeo: Agencia ATLAS

Frente a las acusaciones de organizaciones sociales como la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium, que han criticado la "violencia del Estado" en el desmantelamiento de las votaciones, el ministro Juan Ignacio Zoido ha explicó que los agentes se han encontrado situaciones "complicadas".

Pero tan solo en uno de ellos, en el centro Ramón Llul de Barcelona, han tenido que utilizar métodos de defensa al verse en una situación de "acorralamiento", ha asegurado.

Carles Puigdemont denunica el "uso injustificado de la violencia por parte del Estado español"

Sin embargo, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, denunció el "uso injustificado, irracional e irresponsable de la violencia por parte del Estado español", pero ha advertido de que no se detendrá "el deseo de los catalanes de poder votar pacífica y democráticamente".

Puigdemont votó en Cornellà de Terri (Girona), aunque tenía previsto hacerlo en el pabellón deportivo de Sant Julià de Ramis (Girona), uno de los escenarios más problemáticos de la jornada, por la irrupción de los agentes para requisar las urnas y el material de votación.

Más de un centenar de personas que estaban concentradas en el exterior del pabellón intentaron impedir la entrada en el colegio, momento en que los agentes intervinieron y varios de los concentrados cayeron al suelo.

Puigdemont llamó a responder a la "represión enloquecida" del Estado con nuevas "colas" ante los centros de votación, donde estaban "abiertas" y "funcionando" 4.561 mesas electorales, el 73 por ciento de las previstas, según el Govern.

Cambio del sistema

Los 5,3 millones de catalanes llamados a las urnas podían votar en cualquier punto electoral, incluso aunque fuera sin sobres y con papeletas imprimidas en casa, pero su votación no quedaría registrada informáticamente, dado que las fuerzas de seguridad bloquearon el sistema establecido.

Esto impidió que el censo universal, implantado por sorpresa 45 minutos antes del comienzo de la votación, no estuviera disponible y que los miembros de las mesas tuvieran que apuntar a mano los nombres de las personas que acuden a votar.

De este modo, una misma persona podía votar varias veces en distintos colegios, lo que ha llevado al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, a tachar el referéndum pretendido por el Govern de "paripé".

Descontrol e irregularidades en el referéndum independentista. Vídeo: Agencia ATLAS

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, solicitó a la Generalitat y a los partidos que la componen que cerasaran ya en su "irresponsabilidad" y parasen la "farsa" de referéndum, que "nunca fue legal" y que se ha demostrado que es "claramente irrealizable".

En rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa, Sáenz de Santamaría señaló que "continuar con esta farsa no tiene ningún sentido y no lleva a ningún lugar". "Deberían ponerle fin de inmediato. Está en su mano continuar con esta situación, que a nada bueno conduce", añadió.

El Gobierno pide a la Generalitat que cese "la farsa" del referéndum. Vídeo: Agencia ATLAS. Foto: EFE

El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, también responsabilizó a Puigdemont de una situación que "ha superado" al Gobierno de Mariano Rajoy, mientras que el primer secretario del PSC, Miguel Iceta, les pidió a los dos que "renuncien a sus responsabilidades", si no son capaces de restablecer la "normalidad".

Desde Podemos, Rafael Mayoral, solicitó "echar" al Rajoy por ser el "peligro número uno" de la democracia, mientras que el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se mostró convencido de que la mayoría de los catalanes esté "en contra del golpe separatista".