El ministro portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ha asegurado hoy que el Gobierno de la Generalitat y "sus socios de la CUP" tendrán que responder ante los tribunales de la "muy grave deslealtad institucional" en la que están incurriendo.

"Estamos en presencia de un proceso continuado de desobediencia constitucional contra una democracia europea acreditada y prestigiosa como es la de España y, en pleno siglo XXI, contra un Estado miembro de la Unión Europea", ha señalado Méndez de Vigo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El portavoz del Gobierno ha responsabilizado al Gobierno de la Generalitat y a sus socios de la CUP de esa "deslealtad institucional" y "desobediencia constitucional" y ha dicho que "sólo desde el pleno restablecimiento de la legalidad" se podrá "restablecer" la convivencia en Cataluña.

"Las leyes obligan a todos, recalco, a todos, porque nadie está por encima de la ley. La convivencia y el progreso y bienestar no son posibles al margen el imperio de la ley y del Estado de derecho", ha señalado.El Gobierno no dialogará tras el 1-O con Puigdemont

Horas antes, la ministra de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, ha afirmado este viernes que al presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puidgdemont, "solo le queda dimitir" y convocar elecciones autonómicas y ha descartado que el Gobierno de Mariano Rajoy vaya a dialogar con el líder del Ejecutivo catalán tras la consulta de este domingo 1 de octubre.

"Por supuesto que diálogo con Puigdemont no. El único diálogo que tendrá el señor Puigdemont creo que será con la Justicia", ha manifestado en una entrevista en RNE recogida por Europa Press, en referencia a los siguientes pasos que dará el Gobierno tras el referéndum que la Generalitat tiene previsto celebrar el 1-O.

"Es deleznable la manipulación de los niños en cualquier causa política"

"Es deleznable la manipulación de los niños en cualquier causa política"

Para Montserrat, el día 2 de octubre se abre "una oportunidad" para terminar con la confrontación y la división en Cataluña. Y tras el referéndum, ha explicado, a Puigdemont "solo le queda dimitir", asumir las responsabilidades ante los tribunales y convocar elecciones autonómicas.

Además, ha asegurado que el Gobierno "no va a dimitir" de sus funciones y "no va a abandonar" a los catalanes a "la suerte de políticos independentistas" que actúan desde "el totalitarismo y el sectarismo".

"Lo que no se va a celebrar es el referéndum", ha incidido la ministra, restando así importancia a la convocatoria que, según ha afirmado, "es ilegal". Es más, la ministra ve "denigrante" que la Generalitat pretenda utilizar los centros sanitarios para votar y ha avisado de que, ante cada "incumplimiento" del Gobierno catalán, el Estado de Derecho actuará para hacer cumplir la ley.

"Usar la salud para estos fines de ruptura con España es de una denigración absoluta", ha sentenciado. Y ha reiterado que, en caso de que se produzca una declaración unilateral de independencia, habrá una respuesta "proporcional y con firmeza" por parte del Estado de Derecho y de los poderes públicos.

Para la ministra, el independentismo ha quedado "inhabilitado". Y por ello, ha dicho esperar la llegada de nuevos políticos catalanes crean en la reconstrucción de puentes desde el marco legal. "Dentro del marco legal se puede hablar de todo", ha insistido.

En este sentido, ha dicho que el Gobierno de Mariano Rajoy se siente "muy bien acompañado" por el Mariano RajoyPSOE en la defensa del Estado de derecho pese a divergencias en otros asuntos políticos. Y de cara a la comisión del Congreso para la reforma territorial, ha apuntado que "lo importante" es que participen en ella todas las fuerzas políticas con el objetivo de que el "independentismo radical" no lleve a la ruptura.

"Puigdemont y Junqueras no quieren un referéndum, lo que quieren es romper España directamente", ha manifestado, para después apuntar que estos dirigentes quieren "irse por la puerta de atrás" y "humillar" a los catalanes. Así, la ministra ha vuelto a reclamar su dimisión y ha saludado la llegada de nuevos políticos a Cataluña que "encaucen" el diálogo.