Más seguridad en zonas turísticas y en las más concurridas, más prevención en posibles objetivos de ataques terroristas y refuerzo de la capacidad de reacción ante ellos. Estas son las medidas que potenciará España tras los atentados de Cataluña sin necesidad de elevar al máximo el nivel de alerta, que se mantendrá en 4. Así lo acordó la mesa de evaluación de la amenaza terrorista reunida ayer de forma extraordinaria presidida por el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que dio cuenta después al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de esta decisión.

Los responsables de la lucha antiterrorista de la Policía Nacional, de la Guardia Civil, del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, del Centro Nacional de Inteligencia, del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas y de los Mossos d'Esquadra y de la Ertzaintza consideraron de forma unánime que debía mantenerse la actual situación. Zoido explicó en rueda de prensa que, de acuerdo con las evaluaciones de estos expertos, no existe «riesgo inminente» de atentado y, por tanto, no se considera conveniente elevar el nivel de alerta al 5, que habría supuesto la presencia del Ejército en las calles. No obstante, este nivel 4 alto se reforzará con la intensificación de las medidas de seguridad en lugares o eventos de afluencia masiva, con «especial énfasis» en la zonas de turismo.

Mensaje a los ayuntamientos

Se intensificará, además, la prevención en potenciales objetivos de ataques terroristas, se reforzarán los dispositivos de reacción frente a atentados y se estrechará la colaboración con las policías locales para incorporar las capacidades de estos cuerpos a las medidas que recoge el Plan de Prevención y Protección Antiterrorista. En este último punto, Zoido propuso que se promuevan las reuniones de las juntas locales de seguridad para que se analicen los riesgos y se valore la instalación de medidas pasivas de seguridad.

Asimismo, el ministro estimó «conveniente» que los ayuntamientos analicen y estudien en las Juntas de Seguridad la posibilidad de establecer medidas físicas de protección para evitar acciones terroristas, como la colocación de bolardos o maceteros, tal como la Policía recomendó las pasadas Navidades. Por su parte, negó que no se haya querido aumentar la amenaza por sus posibles repercusiones en el turismo y en la imagen de España, ya que la principal prioridad es garantizar la seguridad de todos los españoles y de los que ocasionalmente visitan nuestro país.

Zoido quiso que sus primeras palabras fueran para expresar su más absoluta condena a los atentados de esta semana y la firme determinación de «trabajar sin descanso» para acabar con el «cobarde» terrorismo yihadista. Aseguró también no haberse olvidado de las víctimas y sus familias, que han sido golpeadas «con todo el odio cruel» de los terroristas.

Según Zoido, desde el primer momento se pusieron en marcha los protocolos de colaboración entre administraciones, tanto para la atención de los afectados como de la investigación de los hechos, con contactos que calificó de «fluidos y constantes», tanto a nivel de decisión política como técnicos.

Tras señalar que los atentados provocaron víctimas extranjeras, Zoido reiteró su propuesta, ya expresada en la UE, de una carta europea de víctimas del terrorismo para que todas tengan el mismo trato, independientemente de su procedencia y país del atentado.

Otra iniciativa que quiso subrayar y que está en marcha es la plataforma Stop Radicalismos, que cuenta con cuatro canales -una web, un correo electrónico, un teléfono y una aplicación- para que los ciudadanos denuncien posibles casos de radicalización.