La Comunidad Valenciana ha reducido en un 75 % los ataques contra la comunidad islámica y pasa de registrar 123 casos en 2015 a 30 en el pasado año 2016. Un descenso más que significativo que le ha bastado a la autonomía para bajar un peldaño en el ránking, situándose así en la cuarta posición en agresiones islamófobas por detrás de Andalucía, Cataluña -ambas con 37 incidentes- y Madrid -33-.

Según los datos que arroja el último informe elaborado por la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia -Informe PCCI 2017, sobre la islamofobia en España 2016-, durante el pasado año se contabilizaron un total de 30 incidencias en la Comunidad Valenciana, de las cuales 19 se produjeron en la provincia de València, seguida por Alicante -11- y Castelló -3-. Unos datos que demuestran que desde la Comunitat las cosas están cambiando, aunque según expresó a este diario la presidenta de la plataforma emisora del informe, Amparo Sánchez, «esto no quiere decir que sea así, solo nos constan 30 pero bien es sabido por todos que no se denuncian todas, pero aún así, es un descenso más que notable».

El caso de Tawka Rejeb, alumna del IES Benlliure al que le prohibieron la entrada al centro educativo por llevar hiyab -velo característico que visten las mujeres que practican el islam, dejando a la vista el rostro-, acaparó más de la mitad de las incidencias recogidas en la provincia de València. Tras graduarse en Relaciones Laborales, la joven musulmana española, que por aquel entonces tenía 24 años, había decidido continuar su formación académica cursando una FP de Turismo en el citado ente académico, pero pocos días después de que comenzaran las clases el 9 de octubre de 2015 recibió varios avisos advirtiéndole que, en caso de vestir hiyab, no podría entrar en las aulas ofreciéndole tres opciones: quitarse la prenda en las horas de docencia, cambiarse de centro o darse de baja.

Ante esa situación, Tawka acudió a varias entidades -SOS Racismo, el Centro Islámico de València, el Movimiento contra la Intolerancia y la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia-, con el objetivo de buscar ayuda. Finalmente, la Conselleria de Educació, Cultura i Esport, dirigida por Vicent Marzà, tomó cartas en el asunto y obligó al IES Benlliure a dar clases a la joven con velo musulmán al mismo tiempo que anunció que se crearía una normativa sobre la vestimenta de los alumnos.

La historia de Tawka fue la primera pero no la única. En marzo del año pasado, Rana, una refugiada musulmana, tenía una entrevista en el Centro de Estudios Aeronáuticos, una escuela que imparte cursos homologados por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. La persona encargada de realizar la entrevista le comunicó a la joven que por su experiencia -estudios universitarios, experiencia administrativa y conocimientos de árabe, inglés y español- reúne las condiciones necesarias para acceder al curso. Sin embargo, la responsable le advirtió que aunque lo hiciera, si llevaba hiyab, las posibilidades de que la escuela le pudiera ayudar a encontrar trabajo en el aeropuerto de València eran nulas. La encargada de la entrevista le explicó que no era una cuestión de discriminación sino de políticas de empresa según las cuales el hiyab es incompatible con el uniforme. Como alternativa, le recomendaron que buscara puestos de trabajo en aerolíneas de países árabes.

Aumento en España

En el último año ha habido otros casos en España, 573, lo que supone un aumento del 106% respecto a 2015, cuando se registraron 278. Del medio millar de incidentes registrados, el 45,03% -258- son campañas, propaganda, música del odio, agitación en redes sociales y activismo; el 19,02% -109- tienen que ver con la estigmatización, ofensas, insultos y calumnias; el 16,75% -96 casos- están relacionados con presunta incitación, apoyo y actos de intolerancia, discriminación y violencia; el 10,82% -62- entrevistas y artículos divulgativos de islamofobia y el 8,38% -48- corresponden a la explotación del miedo, amenazas y falsificación de informaciones.

Por comunidades, el orden quedaría de la siguiente manera: Andalucía y Cataluña lideran con 37 incidentes; Madrid, 33; Comunidad Valenciana, 30; Murcia con 16; Castilla y León,14; País Vasco, 13; Baleares, 10; Asturias,7; Navarra, 6; Castilla-La Mancha, 5; Canarias, Ceuta, Extremadura, Melilla con 4; Galicia con 3; Cantabria, 2; mientras que Aragón y La Rioja tienen un 1 caso.

Mención especial merece la islamofobia tanto en internet como en las redes sociales. Según el estudio, el 21,9 % de los incidentes documentados tienen su origen en el entorno digital. Según Amparo Sánchez, «suelen estar impulsados por personas de una ideología muy concreta y radical y encima pretenden poner a los vecinos en contra».