El incendio de Sierra Calderona, en la Comunidad Valenciana, podría entrar en fase de control en las próximas horas después de quemar 1.300 hectáreas de vegetación que había rebrotado después de siniestros similares que cíclicamente ser repiten en la zona al menos desde 1994. Alrededor de 360 hectáreas del terreno quemado se encuentran dentro del perímetro del espacio natural protegido, aunque las llamas no han llegado a afectar al corazón del parque.

Seis aeronaves se han incorporado a las labores de extinción, según ha informado el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat.

Un helicóptero V-1 ha realizado también un reconocimiento de la zona, y la carretera CV-25 ha sido reabierta al tráfico a las dos de la madrugada, según las mismas fuentes que señalan que las condiciones meteorológicas están siendo favorables tras la lluvia caída esta mañana y el descenso de las temperaturas.

El director general de Emergencias de la Generalitat, José María Ángel, ha informado este sábado de que la climatología de las últimas horas está favoreciendo los trabajos de extinción del incendio forestal de la Sierra de Calderona, que se encuentra estabilizado y sin llamas.

Ángel se ha desplazado este mediodía al puesto de mando ubicado en la población de Altura, que está coordinando los trabajos de extinción, y ha indicado que la estimación provisional son 1.300 hectáreas afectadas, un tercio de la superficie perteneciente al parque natural de la Serra Calderona.

El director general ha indicado asimismo que la investigación sobre las posibles causas del incendio, según las primeras hipótesis por un rayo latente, continúan abiertas.

Puig: "Podía haber sido terrible"

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha agradecido este sábado el "trabajo, esfuerzo y coraje permanente" de los centenares de efectivos que participan y han participado durante los últimos días en las labores de extinción.

"Podría haber sido un incendio terrible y, aunque desgraciadamente ha quemado más de 1.000 hectáreas, afortunadamente ha sido tratado de forma muy directa, en un gran ejercicio de profesionalidad", ha manifestado esta mañana en su visita al Puesto de Mando Avanzado.

El fuego evoluciona favorablemente este sábado, ya estabilizado y sin llama, y, como ha avanzado Puig, "probablemente, mañana por la mañana o durante el día se podrá dar por controlado".

En cualquier caso, ha puntualizado que tardará "unos días" hasta que finalmente se pueda considerar completamente extinguido, ya que "todavía hay mucha ceniza y riesgo de rebrote".

La existencia de cultivos intercalados, zonas recientemente quemadas en 2015 y, sobre todo, un giro radical del viento que desde media mañana del viernes sopló con componente marítima cargado de humedad hizo posible atajar un fuego que se había descontrolado el pasado jueves al extenderse por los términos municipales de Altura, Gátova, Segorbe y Soneja propagado por cambios bruscos en la dirección del viento. Pasadas las 20.00 horas, el 112 daba por "estabilizado" el incendio después de 72 horas de infierno.

Ya no había reproducciones, pero sí muchos puntos calientes que han obligado a los efectivos terrestres a trabajar durante toda esta noche para evitar que se reavivasen las llamas.

El director general de Emergencias, José María Ángel, agradecía ayer el trabajo de los profesionales y remarcaba que se había actuado con criterios técnicos "para dar la mejor respuesta frente a las cambiantes condiciones meteorológicas".

Ayer se trabajo en tres sectores muy definidos: el que avanzaba hacia la Serra Calderona en dirección sur, el que se dirigía hacia el norte amenazando con cortar la Autovía Mudéjar y la "rasera" del incendio, donde un rebrote de las llamas hubiera provocado una situación complicada.

Finalmente, no hubo reproducciones, sobre todo después de que el viento girara a sureste y que la temperatura bajara más de 8 grados, por lo que el inmenso arsenal de medios humanos en tierra -cerca de 600 personas- y los pilotos a bordo de 25 aeronaves, veían su esfuerzo recompensado, ralentizando primero el avance de las llamas y conteniéndolas, después.

No obstante, el inmenso despliegue y el elevado grado de coordinación alcanzado -elogiado desde todas las instituciones al margen de su color político- el dispositivo se mostró incapaz de atajar las llamas cuando éstas corrían, empujadas por el poniente, aunque con continuos cambios de rumbo, a lomos de una tupida vegetación, la mayoría de propiedad privada, sobre la que no se había hecho ningún tipo de gestión forestal desde hace décadas. Fue un amago del "megaincendio" que los expertos esperan se produzca cada vez con mayor frecuencia pese al buen trabajo de los servicios de extinción y a los grandes medios empleados.

"Los montes no son zona verde"

Aunque contenidas, las primeras críticas a las políticas preventivas provocaron la inmediata reacción del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que estuvo siguiendo la evolución del incendio desde el Puesto de Mando Avanzado de Altura.

Ximo Puig aseguró que el gobierno del Botànic está realizando "una gran inversión en la prevención de incendios y en mejorar la accesibilidad de los bosques de la Comunitat Valenciana" y recordó que, durante muchos años, el anterior Gobierno "realizó recortes masivos que han repercutido en la accesibilidad de las zonas forestales".

Sobre la mal llamada "limpieza" de los montes, el presidente reconoció que era un asunto "complejo" aunque destacó que la Comunitat Valenciana "tiene una enorme masa forestal y, si alguien piensa que todo puede estar como una zona verde urbanizada, es imposible y tampoco es razonable".

Hasta el puesto de mando avanzado también se desplazó la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, así como el delegado del Gobierno Juan Carlos Moragues.

Antes, el coordinador de EUPV, David Rodríguez, había solicitado al Gobierno central y a la Generalitat Valenciana "una fuerte inversión" en prevención para dotar de más medios humanos y materiales el monte valenciano. "No hace falta remontarnos demasiados años atrás para poder comprobar que la situación de las partidas económicas destinadas a esta materia vienen lastradas desde hace ya mucho tiempo y, aunque últimamente se han visto mejoradas, son totalmente insuficientes para las necesidades existentes", aseguró Rodríguez.

El alcalde de Altura, Miguel López, explicó que se han visto afectadas en Altura unas 250 hectáreas de la zona del Alto Chirivilla y el Pozuelo, y subrayó que existe "nerviosismo" entre los vecinos, basado en informaciones no oficiales que "dicen lo que no es", lamentó.

En Soneja, su alcalde, Benjamín Escriche, afirmó que la noche anterior "fue muy dura" porque el fuego "estaba cerca" y remarcó que los vecinos recordaban con angustia otro incendio de hace ocho años que saltó la autovía y obligó a evacuar el pueblo.

El primer edil de Segorbe, Rafael Magdalena, indicó qué él mismo acompañó a la policía y los bomberos a apagar el fuego y lamentó que el 80 % de la zona afectada corresponda al término municipal de esta localidad, de fuerte vocación forestal.