El cura Custodio Ballester ha vuelto a desatar la polémica con una misa homófoba que protagonizó el 24 de junio en la parroquia de la Inmaculada Concepción de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), en la que afirmó que la homosexualidad es un "pecado gravísimo".

El Observatorio contra la Homofobia y el Ayuntamiento de L'Hospitalet ya han manifestado su rechazo a la misa del controvertido párroco, que algún asistente colgó en la red social Youtube con un texto de denuncia.

De hecho, la asociación y el consistorio se han citado mañana miércoles a primera hora frente al Ayuntamiento de L'Hospitalet para leer un manifiesto en el que denuncian la homofobia del cura, que en el pasado fue objeto de denuncia por dedicar una misa a la División Azul y llenar la iglesia de simbología fascista.

"No queremos lgtbifobia en L'Hospitalet. Actitudes como esta fomentan comportamientos de odio", publicó la alcaldesa, Núria Marín, a través de Twiter.

En esta ocasión, el cura ha asegurado que el mundo está "podrido y pervertido" y que, si los curas no dicen la verdad, la sociedad acabará pensando que "eso de ser gay está bien, que es guay".

"Sigue siendo pecado ser homosexual por mucho que lo promuevan los poderes públicos", sostuvo en la misa Ballester, quién arremetió contra las leyes antihomofobia porque "llevan hacia una dictadura en la que no se puede discrepar".

En este sentido, también avisó de que un día los Mossos d'Esquadra "detendrán y enviarán al exilio" a "los curas que dicen la verdad".

El motivo de la misa fue la celebración del día del orgullo gay, sobre el cual dijo que "esta semana los homosexuales mostrarán en Madrid sus vergüenzas públicamente y el fin de semana, vendrán a hacerlo también en Barcelona".

En más de una ocasión, el consistorio, vecinos y entidades municipales han pedido la destitución de este cura por sus discursos radicales.