Felipe VI hizo hoy la visita inaugural al pabellón de España en la exposición internacional de Astaná con la idea de mostrar al mundo y, en particular, a la región de Asia Central, el potencial de España y de sus empresas en materia de energías renovables.

La Expo 2017 arrancó ayer, viernes, con el lema "La energía del futuro" ante el propósito del país anfitrión, Kazajistán, de avanzar hacia un modelo más sostenible que haga frente al reto del cambio climático.

España es uno de los 115 países, además de 22 organizaciones, que está presente en la feria como escaparate para promocionarse como país y como líder en el sector de las energías limpias.

Después de mantener una reunión bilateral con el presidente kazajo, Nursultán Nazarbáyev, en el palacio Akorda, don Felipe se trasladó a la exposición para levantar el telón del pabellón español, que lleva el título de "Energía para el planeta".

Junto al ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis; el secretario de Estado de Cultura y presidente de Acción Cultural Española (ACE), Fernando Benzo, y el alto comisionado de la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, el Rey se adentró en el recinto para conocer su contenido.

Primero contempló la fachada de la instalación, decorada con un mural del artista Alberto Corazón titulado "Como pavesas encendidas", que ilustra el poder de la energía a través del fuego, con los colores rojo y amarillo de la bandera española.

La carta de presentación del pabellón, que ha costado 2,5 millones de euros, es un mosaico de imágenes de vídeo que reflejan el variado patrimonio español en todas sus vertientes.

Los reclamos españoles

Monumentos como la Alhambra de Granada, el flamenco, los sanfermines, las tapas, el tren de alta velocidad, la selección de fútbol o el ciclista Alberto Contador con la camiseta del Astaná, su anterior equipo, son algunos de los reclamos con los que se pretende captar la atención de los turistas, sobre todo centroasiáticos, que visiten la feria.

Con las explicaciones de la directora del pabellón, Carmen Bueno, Felipe VI se detuvo ante un mapamundi con todos los proyectos de energías limpias que compañías españolas han desarrollado en los cinco continentes, en especial, en el sector solar y eólico.

Tras observar otros paneles explicativos, la comitiva llegó a la plaza sobre la que se articula el recinto y que pretende reflejar la aldea global en la que vive la humanidad en conexión con la naturaleza. En la plaza, se erige un árbol "vivo" ante el que el Rey fijó su mirada antes de entrar en las tres "casas" que completan el espacio.

Felipe VI tuvo ocasión de charlar con algunos españoles que residen en Kazajistán antes de concluir la visita por un breve recorrido por los pabellones de Alemania, Holanda y Mónaco, vecinos al de España. La exposición de Astaná estará abierta al público hasta el 10 de septiembre.

La feria, similar a la que hubo en Zaragoza en 2008 centrada en el agua, tiene la categoría de internacional y precede a la universal que organizará Dubái en 2020, cuya duración es de seis meses, como las que hubo en Sevilla en 1992 o en Milán en 2015.

El paseo del Rey por la exposición puso punto final a su visita de dos días a Kazajistán, en la que aprovechó para mantener encuentros bilaterales con mandatarios que asistieron a la inauguración, como el presidente chino, Xi Jinping, y, de manera más informal, el ruso, Vladímir Putin.Reunión con el presidente de Kazajistán

En su cita con Nazarbáyev, don Felipe agradeció su oferta de continuar con la amistad al más alto nivel entre España y Kazajistán labrada durante el reinado de Juan Carlos I.

"Es un privilegio poder continuar la fantástica relación bilateral", aseguró Felipe VI al comienzo de la entrevista en el palacio presidencial.

Nazarbáyev se mostró dispuesto a reforzar la cooperación económica ante el interés de las empresas españolas de aumentar su cartera de negocios con la exrepública soviética, en especial, en sectores como el de las infraestructuras.