La última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) con intención de voto deja, a bote pronto, cuatro conclusiones y un apunte. Vamos con las conclusiones.

Primera: no hay una mejora del bipartidismo después de la llegada del PP al Gobierno y de la abstención socialista para evitar terceras elecciones pero, a la vez, cederle el mando a Mariano Rajoy en La Moncloa. Todo lo contrario. Los populares pierden dos puntos en intención de voto casi un año después de las generales y los socialistas se dejan casi tres a pesar de que superan por los pelos a Podemos y sus confluencias. El cambio del sistema de partidos, por tanto, ha venido para quedarse. Lejos de un cambio de tendencia se refuerza el nuevo modelo multipartidista y de búsqueda de pactos para poder gobernar.

Segunda: Podemos únicamente aguanta con cerca de un 20% de votos en el conjunto de España gracias a los resultados de sus socios territoriales en Cataluña, Comunidad Valenciana y, en menor medida, Galicia. Sin ellos sería la cuarta fuerza con la mitad de votos que los socialistas. La marca matriz pierde casi tres puntos en las autonomías de España donde los de Pablo Iglesias se presentaron en solitario y sólo resiste el cuerpo a cuerpo con el PSOE gracias al incremento de respaldo que la encuesta del CIS atribuye a En Comú en Cataluña y a Compromís en la Comunidad -su portavoz en el Congreso, Joan Baldoví, es el que mejor nota saca en toda España- y al mantenimiento de los gallegos de En Marea. Es decir, el espacio para una opción diferente al PSOE que lidere el espectro de la izquierda existe pero, probablemente, la fórmula se acerca más a la de esas fuerzas políticas ya implantadas en espacios autonómicos -la tesis del derrotado Íñigo Errejón- que a la que trata de imponer Pablo Iglesias. Ojo al rumbo de los morados.

Tercera: Ciudadanos no sólo resiste sino que además rentabiliza su respaldo al PP con un crecimiento de más de dos puntos. Los naranjas siguen tirando de la figura de Albert Rivera, han ganado una cierta credibilidad con la operación para acabar con el imputado presidente de Murcia y, de momento, los electores le conceden un plus a ese giro a la derecha, liberal y moderado que imprimieron en su último congreso. Y ahora, además, tienen otro elemento con el que jugar: la victoria de Macron en Francia, un espejo en el que Rivera se está mirando como ejemplo de movimiento que no es ni de izquierdas ni de derechas -se define cada vez más como centrista- pero que puede acoger a electores de un espectro amplio. Habrá que seguir la evolución de los naranjas para ver hacia dónde conduce esa tendencia que marca el CIS.

Cuarta: el debate sobre el futuro de Cataluña continúa encima de la mesa. Y con mucha fuerza. Crece En Comú, que tiene un sector soberanista muy influyente con su portavoz Xavier Domènech a la cabeza. Sube Esquerra Republicana, la formación que aspira ya en solitario a gobernar Cataluña y que tiene en su ideario la independencia por una vía o por otra. Y se mantienen los ex de Convergència, ahora bajo otras siglas. Poco margen, con estos datos, tiene el Gobierno de España para la negociación mientras los partidos con tesis soberanistas se mantengan con una intención de voto alta. El choque de trenes, descarrile hacia donde descarrile, parece inevitable. Nadie dará un paso hacia un lado. Ni en Barcelona, ni en Madrid.

Y un apunte para terminar. Estamos ante una encuesta del CIS pendiente de muchas cosas que la pueden hacer oscilar muy rápidamente. Y, por tanto, ante un sondeo en una escena política muy volátil que puede variar en una próxima entrega. ¿Aguantará el PP o perderá aún más fuelle? ¿Le afectarán las concesiones, por ejemplo, al PNV para poder aprobar los presupuestos? ¿Qué ocurrirá en el PSOE con la batalla entre Pedro Sánchez y Susana Díaz? ¿Amagará Rajoy con convocar elecciones si Sánchez retorna al mando socialista? ¿Rectificará Pablo Iglesias una estrategia que le conduce, al menos sobre el papel, hacia el abismo de la radicalidad? ¿Le dará más aire a Rivera el "efecto Macron"? ¿El Gobierno catalán convocará una consulta o unas elecciones? Interregno en los sondeos. Muchas preguntas por resolver.