El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz ha alegado que la difusión "manipulada" de la grabación de las dos conversaciones que mantuvo en 2014 con el exjefe de la Oficina Antifraude catalana Daniel de Alfonso fue una "auténtica conspiración" para alterar la voluntad popular en las elecciones.

Fernández Díaz y De Alfonso han comparecido en la comisión del Congreso impulsada por el PSOE y los nacionalistas catalanes y vascos para investigar el supuesto uso de medios policiales para perseguir a políticos independentistas y que nació a raíz de la difusión por el diario Público de parte de las conversaciones.

Y como esa publicación se produjo en plena campaña electoral de los comicios de junio del año pasado, Fernández Díaz ha sido tajante: "Lo hicieron con evidente intención de perjudicarme a mí como político y al partido (PP) al que yo representaba como cabeza de lista por Barcelona".

Unas conversaciones que ambos mantuvieron veinte meses antes y que, a juicio de ambos, han sido manipuladas, además de grabadas ilícitamente, sin permiso de los interlocutores y "descontextualizadas" en su difusión.

Tanto es así que Fernández Díaz ha llegado a retar a la comisión a un análisis pericial de los fragmentos que se difundieron para que se compruebe que en esas conversaciones no se dijeron algunas frases como las pronunciadas supuestamente por él mismo, entre ellas la de "Busca, busca que la fiscalía afina" o que defraudar a Hacienda "es un mérito" y quien no evade "es un tonto".

Ambos han coincidido en que ninguno de los dos tuvo la iniciativa de reunirse, si bien el exministro ha apuntado al entonces director adjunto operativo de la Policía Eugenio Pino y De Alfonso al inspector y en funciones de asesor de la cúpula policial José Ángel Fuentes Gago como el impulsor de las citas.

Fernández Díaz se emociona durante su comparecencia

Fernández Díaz se emociona durante su comparecencia

Fernández Díaz se emociona durante su comparecencia

Fernández Díaz, con algún signo aún visible de la grave enfermedad de la que se está recuperando, se ha considerado una víctima y ha lamentado que no se persiga a los autores intelectuales y materiales de lo que él considera conspiración.

Ninguno se ha atrevido a dar nombres, pero han dejado entrever que tienen "alguna idea" sobre quién o quiénes grabaron, custodiaron y filtraron.

"Las grabaciones están manipuladas, han sido tratadas por muchas personas. Han pasado por demasiadas manos, por las de quien las grabó, las custodió, las difundió y las publicó", ha zanjado De Alfonso.

Mientras, Fernández Díaz ha reconocido que la Policía cuenta con medios sofisticados para este tipo de grabaciones, los mismos que pueden encontrarse en el mercado.

Como se esperaba, la policía política ha salido a relucir en todas las intervenciones de los grupos de la oposición, pero el extitular de Interior se ha defendido a capa y espada y ha sido rotundo al afirmar que él jamás ha ordenado investigación alguna sobre un partido político.

Ha recordado, sin embargo, que las actuaciones de la Policía y la Guardia Civil contra la corrupción son a instancias de jueces y fiscales.

Insultos a Fernández Díaz

Durante la sesión, ha habido momentos para el lamento de los dos comparecientes por lo que han tenido que soportar personalmente, desde el cese del cargo y la separación de su familia de De Alfonso, hasta los insultos a Fernández Díaz en las visitas a un amigo en un hospital catalán al hacerle culpable de "cargarse" la sanidad autonómica.

Rufián, a De Alfonso: "Hasta pronto gángster"

Rufián, a De Alfonso: "Hasta pronto gángster"

Rufián, a De Alfonso: "Hasta pronto gángster"

Pero el momento más duro ha sido el interrogatorio del diputado de ERC Gabriel Rufián al exjefe de la Oficina Antifraude, al que ha tachado de gángster, mamporrero, corrupto y lacayo, entre otros, si bien De Alfonso no se ha achantado y le ha devuelto los golpes dialécticos.

El resto de los portavoces ha sido menos contundente, aunque han puesto en duda las explicaciones de ambos, hasta el punto de acusar a De Alfonso de tener "memoria selectiva" sobre aspectos de esos encuentros y privilegiada en detalles como si entró con maletín o se tomó un vaso de agua.

Desde el PSOE, Antonio Trevín ha reprochado al exministro haber podido ser el "cerebro" de uno de los episodios más dañinos en democracia: utilizar a la policía al margen de la ley para investigar a adversarios políticos.

Nombres propios han salpicado la comisión, como los de Pablo Iglesias, el expresidente madrileño Ignacio González, los policías José Manuel Villarejo y Marcelino Martín Blas o el exalcalde de Barcelona Xavier Trías.

Precisamente unos pantallazos con datos de las cuentas de Trías en Suiza le fueron mostrados a De Alfonso, al que sin embargo, no le presentaron investigación alguna.