La negativa del PP a contestar este lunes en el juicio de Gürtel como partícipe a título lucrativo de la trama supone implícitamente un reconocimiento de los hechos, según la tesis de la Fiscalía Anticorrupción, que ha apelado a la figura de derecho civil del "confeso".

La palabra "confeso" se ha escuchado hoy en el juicio de Gürtel tanto en la declaración de la exministra Ana Mato, que se ha sentado en el banquillo como partícipe a título lucrativo, como en la del abogado Jesús Santos en representación del PP.

La ha sacado a colación en primer lugar el presidente del tribunal, Ángel Hurtado, quien al principio del interrogatorio de Mato ha dicho que esta "peculiar" figura de responsable civil se establece que en las preguntas que no responda "entendemos la posibilidad, conforme a la Ley de Enjuiciamiento Civil, de tenerla por confesa".

Luego, durante el interrogatorio de la fiscal Concepción Sabadell, Mato ha sido poco concreta en respuesta a una pregunta sobre quién pagaba los coches de lujo que regaló la Gürtel a su exmarido Jesús Sepúlveda y, ante la insistencia de la fiscal, ha dicho: "No puedo añadir nada más en este tema".

Entonces, Sabadell le ha apercibido de que, ante una "respuesta que no es concreta, es más bien evasiva", pedía a Hurtado, que la diera por "confesa" de acuerdo al artículo 700 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, lo que el magistrado ha hecho.

Lo mismo ha pasado con la declaración de Jesús Santos en representación del PP, que se ha negado a contestar afirmando que el partido no tiene ningún conocimiento de los hechos que se le atribuyen (haberse beneficiado de 328.440 euros que la trama de Francisco Correa pagó al PP de Pozuelo de Alarcón y Majadahonda para la campaña a las elecciones de 2003).

"Esta representación legal no tiene nada que aportar, porque desconoce las circunstancias de los hechos objeto de acusación", ha explicado Santos, momento en que la fiscal se ha vuelto a referir, como ha hecho con Mato, a ese artículo 700 y al 307 de la Ley de Enjuiciamiento Civil porque la respuesta había sido "evasiva" y la ha interpretado como una "resistencia a declarar".

Esos artículos estipulan que cuando el declarante se niegue a contestar o sus respuestas sean "evasivas o inconcluyentes, el tribunal, de oficio o a instancia de parte, le hará el apercibimiento" de declararle "confeso", en el sentido de que los hechos a los que se refieren las preguntas se consideran "reconocidos como ciertos".

El presidente del tribunal ha accedido a esa petición, por lo que el silencio del PP puede ser considerado como una confesión de los hechos, lo que llevaría a su condena como responsable civil.

Un "nivel adquisitivo alto"

También ha declarado hoy en la misma condición de beneficiaria de la trama Gema Matamoros, en este caso por los viajes y regalos que recibió su marido, el exalcalde de Majadahonda Guillermo Ortega, de la trama de Correa.

Igual que Mato, Matamoros ha afirmado que tenían distribuidos los gastos de los que se hacía cargo y que ella pagaba el avituallamiento familiar y él los viajes, algunos regalados por Correa.

Sin embargo, ha explicado que no sabía que fueran regalos: "No me lo comentó nunca y me parece una ordinariez que me diga: 'te he regalado un viaje'".

La fiscal le ha hecho ver que a partir de 2005, cuando Ortega dejó de ser alcalde, sus gastos al año en viajes (de entre 8.000 y 36.000 euros desde 2000) cayeron drásticamente, a lo que ha contestado que fue porque perdieron ambos sus trabajos (ella era concejal en Las Rozas) y que hasta ese momento ganaban 24.000 euros al mes entre los dos.

"Siempre hemos viajado, teníamos un nivel adquisitivo alto, la verdad es que lo fundíamos", se ha defendido.

Ha relatado que a Correa le conoce mucho y es el padrino de su hijo, por eso le regaló el "famoso" bolso de más de 3.000 euros en su cumpleaños.

"Lo tengo aquí si quiere que se lo enseñe; era un bolso de tela de Loewe, no de cuero de Loewe, tela de Loewe de la colección de primavera. No era un regalo desmesurado ni de locura, locura" ha dicho al respecto.

La atención en el juicio ha estado hoy muy centrada en Francisco Correa y su número dos, Pablo Crespo, ya que puede que sea el último día que acudan a la Audiencia Nacional en condición de libertad.

El marte tendrán que asistir en Valencia a una vista en la que la Fiscalía pedirá su ingreso en prisión tras su condena a 13 años por el caso Fitur (una vertiente de Gürtel) y hoy han dicho que tienen asumido que volverán a la cárcel, donde ya estuvieron tras su detención en 2009.

Al llegar, Crespo ha saludado haciendo una peineta a dos preferentistas que protestaban a las puertas del tribunal y Correa ha dicho que "no es agradable" afrontar la vuelta a la prisión.

La peineta de Pablo Crespo a la entrada del juicio de Gürtel

La peineta de Pablo Crespo a la entrada del juicio de Gürtel