Pablo Iglesias e Íñigo Errejón llegan a la esperada Asamblea Ciudadana de Podemos con sus respectivas corrientes ya perfiladas y con dos propuestas diferentes tanto para el partido como de estrategia política. Con la imagen de plebiscito, Vistalegre II ha dejado patente ciertas diferencias entre el secretario general y el secretario de Política del partido. Estas son algunas de ellas:

Aunque el debate político ha cursado de una forma menos visible, las discrepancias en este punto y no tanto en los mecanismos del partido son las claves del divorcio de la formación entre pablistas y errejonistas.

Espacio ideológico

Una de ellas tiene que ver con el perfil ideológico del partido. Mientras Errejón ha pedido no aislarse "en un lado del tablero político", Iglesias se ha mostrado más partidario de endurecer el discurso de izquierdas.

En ambos casos se busca seguir ensanchando la base electoral, pero mientras el actual secretario general prefiere reforzar la alianza con IU o participar en las movilizaciones sociales en la calle, el secretario de Política del partido propone tender puentes hacia la izquierda que podría representar el PSOE con políticas y actitudes más transversales.

Errejón cree que Podemos debe volver al discurso de huir de las etiquetas 'izquierda' o 'derecha' y volver a la fórmula que considera más transversal de 'arriba' y 'abajo'.

En este sentido se encuentra la última campaña de sus seguidores con el lema "Ni PSOE, ni IU. Recupera el morado", que parece establecer una equidistancia entre un rival político directo y la formación con la que Podemos concurrió coligada a las últimas elecciones generales.Política de pactos

Errejón, igualmente, ha puesto en duda las decisiones de Iglesias tras las elecciones del 20D de 2015, después de que fracasase la opción de una alternativa de gobierno antes de la nueva victoria del PP tras el 26J. De hecho, ha considerado que la postura del partido en aquel momento fue de "inmadurez".

Iglesias ha rechazado esa idea, y en más de una ocasión ha defendido la inviabilidad de apoyar lo que ha recalcado siempre como un acuerdo de PSOE y Ciudadanos.

Estrategia

Respecto a la propia estrategia política del partido han surgido también diferencias sustanciales. Aquí Errejón aboga por "tomar la iniciativa en el Parlamento" mientras que Iglesias quiere rebajar el protagonismo institucional para proponer un partido de "contrapoder". "No somos políticos, somos gente haciendo política", se puede leer en el documento de Iglesias, que pide a sus diputados ser "activistas" y apoyar cualquier tipo de movilización de corte social en la calle.

Composición de Consejos

En cuanto a las ideas para su propio partido, el método de selección de la Ejecutiva es otro de los puntos discrepantes. Para Iglesias, el Consejo Ciudadano debe de tener la capacidad de nombrar y rechazar a los miembros del Consejo de Coordinación. Sin embargo, deja en blanco las indicaciones sobre las características que debe tener el órgano.

El grupo afín a Errejón cree que el Secretario General puede tener el poder para proponer a los miembros, pero no dejan en el aire aire ningún matiz. La propuesta debe ser aprobada por mayoría de dos tercios por el Consejo Ciudadano y, en caso de que no pudiera salir adelante, proponer una alternativa.Consejo Ciudadano Estatal

Errejón quiere que el Consejo Ciudadano Estatal incluya a 41 representantes de los territorios, además de los secretarios generales autonómicos, una idea que Pablo Iglesias no comparte.

Límites en los mandatos

Pablo Iglesias e Iñigo Errejón coinciden en limitar los mandatos a ocho años todos los cargos internos y públicos, aplicable en algunos casos concretos a doce. Sin embargo, Errejón quiere restringir el tiempo de duración en el cargo de secretario general a seis años.

Consultas a la militancia

Pablo Iglesias aboga por mantener abierta la opción de convocar consultas a la militancia. El sector de Errejón, por el contrario, propone que el líder del partido no tenga acceso a esta alternativa. Iglesias ha recurrido en alguna ocasión para zanjar debates internos de la dirección del partido.