El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha mostrado el compromiso del Gobierno vasco con el "diálogo, la negociación y el acuerdo", así como con evitar la "judicialización permanente de la vida política" y ha asegurado que perseverará para que ese diálogo y acuerdo "vuelva a dar frutos". Por otra parte, ha asegurado que demostrará "capacidad" para ofrecer "soluciones políticas" en la defensa y actualización del autogobierno y defiende "forjar un nuevo futuro político para Euskadi".

Esta reflexión forma parte del mensaje de fin de año que ha ofrecido este sábado el lehendakari. Estas palabras se producen en un momento en el que son continuas las apelaciones del Gobierno vasco para que cesen los recursos del Ejecutivo central contra leyes y decisiones vascas.

En su discurso, que, por primera vez, se ha emitido a primera hora de la tarde y no a la noche, Urkullu, que se ha dirigido a la "Euskadi global, a las miles de personas" que conforman la comunidad vasca en el mundo, ha recordado en sus primeras palabras, pronunciadas de pie junto a una ikurriña en el Palacio de Ajuria Enea, que este año se conmemora el 80 aniversario del Gobierno vasco.

En su mensaje, Urkullu se ha comprometido con "el diálogo, la negociación y al acuerdo" y también con "evitar" la "judicialización permanente" de la vida política. El lehendakari también ha apuntado que el Ejecutivo autónomo concentrará el "compromiso institucional en la mejora de los servicios públicos".

Junto a estos compromisos, ha subrayado el de demostrar "capacidad" para ofrecer "respuestas y soluciones políticas", tanto en la defensa como en la actualización y profundización del autogobierno. "Vamos a poner todo de nuestra parte para que la senda del diálogo, la negociación y el acuerdo vuelva a dar frutos. No vamos a cejar, vamos a perserverar", ha añadido.

En su mensaje, ha afirmado que el futuro de Euskadi es el "una sociedad fuerte y cohesionada", con "raíces profundas y valores sólidos, cultura de trabajo y espíritu crítico, respetuosa con la pluralidad y la diversidad y con convicciones éticas".

Urkullu ha subrayado que es una sociedad que ha hecho una "apuesta firme" por la paz y ha asegurado que se inicia "una nueva etapa" y, que si se sabe "aprovechar", será "definitiva para asentar una convivencia sólida y duradera".

En su discurso, ha recordado que el año pasado comprometió "trabajo y colaboración para hacer de Euskadi un país de convivencia, modelo de desarrollo humano y crecimiento sostenible" y ha asegurado que se puede afirmar que "la situación política, económica y social es mejor".

Urkullu ha reconocido que hay "problemas y contratiempos" pero cree "sinceramente" que Euskadi "va por el buen camino". En este sentido, ha subrayado que, en el ámbito político e institucional, arrancan una legislatura "asentada en un mayor diálogo y estabilidad, abierta a más acuerdos que los ya logrados hasta ahora".

También ha destacado que la situación económica es "mejor" porque se ha crecido por encima de las previsiones y "se crea empleo", aunque se necesita "más y de mayor calidad".

En el ámbito social, ha subrayado que se ha desplegado el sistema vasco de servicios sociales. "Ha sido un año difícil. Hemos sentido de cerca las dificultades de muchas familias. Recibido y atendido demandas de ayuda y solidaridad. Trabajando juntos hemos encontrado respuestas. Nos gustaría poder ofrecer más", ha destacado.

Reactivación económica y empleo

Tras destacar que el Gobierno vasco está "en marcha y afronta los retos de país", ha manifestado que lo "urgente y fundamental" es contribuir a la reactivación económica y el empleo. "Impulsar el crecimiento sostenible. Nuestro compromiso es colaborar con un nuevo modelo basado en el apoyo a la economía productiva, la cooperación y la concertación público-privada. Colaborar con una nueva cultura de empresa y de proyectos compartidos", ha señalado.

Ese modelo, a su juicio, debe integrar las capacidades de la juventud y dar "cumplimiento" a la "misión central" del Gobierno vasco, que es la de "crecer, contribuir a generar más oportunidades de empleo y de mayor calidad y reducir el paro por debajo del 10%". En este sentido, ha reiterado que el empleo "es la mejor política social".

Urkullu ha destacado que el proyecto del Gobierno vasco está "centrado en la persona" y ha asegurado que se presentan con un "nuevo proyecto" e inician "con ilusión renovada y el mismo espíritu de colaboración" esta etapa, en la que "todas las manos son necesarias para seguir construyendo un país justo y competitivo".

"Nuevo futuro político para Euskadi"

El presidente del Gobierno vasco ha señalado que también se vive un "momento trascendental para Europa como proyecto común". "Creemos en este proyecto, recuperando su verdadero espíritu social y de respeto a la diversidad. Euskadi quiere progresar y ganar su propio espacio en Europa y el mundo. Asumimos el compromiso de impulsar el proyecto Euskadi Basque Country. Nuestro compromiso es forjar un nuevo futuro político para Euskadi", ha agregado.

Por otra parte, ha afirmado que se vive "un tiempo de mayor exigencia". "Nos avala nuestro saber hacer como pueblo, pequeño en tamaño, grande en hechos. Una trayectoria de trabajo bien hecho, sacrificio, esfuerzo y colaboración. Nos corresponde preservar estos valores. Perseverar. Dependemos de nosotros mismos, de nuestra capacidad individual y colectiva", ha añadido.

El lehendakari reconoce que han tenido "momentos críticos" como el diálogo social, la incorporación de la juventud o el apoyo a las familias y ha indicado que son también "retos para un proyecto compartido de país" y los asumen como "una prioridad en el inicio de esta nueva etapa".

"Nuestro compromiso es imprimir un mayor nivel de auto exigencia a nuestra acción. Volver a movilizar todas las capacidades latentes de la sociedad vasca. No nos podemos acomodar. Toca: Movilizar. Evolucionar. Transformar. Reactivar al conjunto de la sociedad", ha apuntado.

A juicio de Urkullu, este va a ser un año fundamental "para salir adelante" y es el momento de "la confirmación de la recuperación". El lehendakari ha afirmado que se deberán aplicar en sentar las bases de los retos del país que son la educación, la demografía, la innovación y el proyecto compartido de país.

El lehendakari ha subrayado que el modelo del Gobierno vasco es la construcción del país "en el día a día" y su guía "los principios de realismo, responsabilidad y solidaridad". "Compromiso con la honestidad. Alta exigencia. Gestión asentada en el rigor. Gobernanza basada en la transparencia y el compromiso ético. Así entendemos el buen gobierno", ha destacado.

En su mensaje también ha expresado el compromiso del Gobierno vasco en mantener el Estado de bienestar, "basado en los recursos que seamos capaces de generar". "Debemos mantener el realismo y la verdad. No hay estado de bienestar sin una economía que lo sustente. Para poder repartir riqueza es necesario crearla", ha precisado.

Por otra parte, ha destacado que la historia de Euskadi es una "historia de superación" y ha recordado que hace 80 años muchos antepasados tuvieron que emigrar y fueron "recibidos y acogidos".

En este sentido, ha manifestado que el "deber humanitario" significa "prestar auxilio, sin dilación, a quien se encuentra en situación extrema de padecimiento, necesidad y emergencia". "Ser Europa, la Europa social, política, económica y cultural que anhelamos y por la que trabajamos supone asumir la responsabilidad en la defensa de los derechos humanos y la dignidad de las personas, de cada persona, también de los pueblos que la integran", ha indicado Urkullu, que ha concluido su discurso deseando un "año mejor".