El Born Centre Cultural de Barcelona ha presentado esta tarde la exposición "Franco, Victoria, República. Impunidad y espacio urbano", que incluye una estatua ecuestre decapitada del caudillo, entre decenas de manifestantes contrarios a la exhibición de esta escultura.

El centro donde el Ayuntamiento de Barcelona ha instalado la muestra alberga restos de la Guerra de Sucesión y del sitio que sufrió la capital catalana en 1714.

La muestra aborda la permisividad con los símbolos franquistas a partir de la peripecia de tres estatuas y la actitud de sus autores, Frederic Marès y Josep Viladomat, que trabajaron para la República, exaltaron el franquismo y fueron reconocidos por la democracia.

Decenas de manifestantes se han concentrado a las puertas del Born CCM con pancartas que rezaban "Franco, ni al Born ni a enlloc" (Franco, ni en el Born ni en ninguna parte), exhibidas por miembros de la JNC, y "Fora franquisme dels carrers" (Fera el franquismo de las calles) exhibidas por las juventudes de los partidos soberanistas.

Los manifestantes también han entonado el himno de Cataluña, "Els Segadors", y han colocado una bandera estelada en la estatua ecuestre de Franco.

El acto de inauguración ha corrido a cargo del primer teniente de alcalde de Economía del Ayuntamiento de Barcelona, Gerardo Pisarello, quién se ha referido a los actos de rechazo que ha sufrido la muestra: "Entiendo que la exposición pueda generar incomodidad, porque hay muchas heridas abiertas. Pero lo que nos tiene que incomodar aún más es que no se conozca la historia".

Pisarello ha invitado a la ciudadanía, "en especial a las generaciones más jóvenes", a que entren al Born "y se informen de qué significan todos estos símbolos franquistas y de por qué fueron permitidos durante la democracia. No podemos encerrar las estatuas en los almacenes", ha señalado.

También ha intervenido durante el acto el miembro del comisionado de Programas de Memoria del Ayuntamiento de Barcelona, Ricard Vinyes, quien ha dicho que la muestra sigue el camino iniciado hace años por diversas entidades de "sacar el franquismo de los sitios donde se ha querido blanquear".

"Hay un elemento, el de la impunidad, que está protegido por una estructura legal muy importante y por memorias diversas", ha dicho Vinyes, quién también ha invitado a la exposición a todos sus detractores: "No aceptamos ni aceptaremos nunca la censura previa".

Por último, ha tomado la palabra el comisario de la exposición, Manel Risques, quien ha indicado que "la exposición forma parte de un conjunto en el que se abre una línea de reflexión muy importante sobre la destrucción".

"Si hacemos un relato de las diferentes actitudes de quien crea, colabora y convive con la destrucción nos encontraremos con una sociedad compleja que no puede simplificarse con el relato único de que todos los catalanes fueron opositores en 1939", ha apuntado.

La muestra consta de dos partes. La primera, a modo de pórtico, es una instalación en la plaza del Born que presenta dos esculturas rescatadas de los almacenes municipales ("La Victoria" y la estatua ecuestre de Franco, ambas de Marés) y una tercera, la "República", de Viladomat, que se proyecta como una sombra.

La segunda parte, en el interior de el Born, recoge las vicisitudes de las tres estatuas en tres grandes paneles y un epílogo. Los paneles se estructuran en forma de pruebas en una gran sala de investigación configurada por los retratos de los monumentos e imágenes a gran escala.

La exposición ya levantó polémica cuando se anunció hace unos meses, y cuatro grupos intentaron prohibirla: CiU y ERC, por considerarla ofensiva para las víctimas del franquismo, y el PP y Ciutadans, por creer que perseguía reabrir heridas del pasado. Como protesta, ningún representante de estos partidos ha acudido hoy a la presentación.