El refugiado sirio de Getafe, Osama Abdul Mohsen, estará en el paro cuatro meses y volverá a contratarle el Centro Nacional de Formación de Entrenadores (CENAFE) el próximo mes de febrero tras aprender español.

Así lo ha asegurado en las redes sociales el presidente de CENAFE, Miguel Galán, quien ha negado que haya sido despedido, sino que se le ha acabado el contrato y volverá en febrero "ya sabiendo español bien para luego poder desempeñar bien su trabajo".

"Así puede aprender español tranquilamente, pero la casa en la que vive la seguimos pagando", ha apuntado Galán, al tiempo que ha subrayado que trajeron a Osama a España "de corazón y solidaridad".

Osama llegó a Getafe con dos de sus hijos en septiembre de 2015, tras la zancadilla que le propinó una reportera húngara, para trabajar en CENAFE donde "cobraba 1.200 euros al mes, más 700 euros a su familia, más el pago de 600 euros de la casa en la que vive de alquiler", ha recordado Galán.

Desde CENAFE afirmaron hace un año en una rueda de prensa celebrada en el Ayuntamiento de Getafe, junto a la alcaldesa Sara Hernández, que Osama es "ideal para formar a los entrenadores que quieren trabajar en los países árabes".

"El puesto de Osama, ningún español lo puede ocupar porque es el enlace con los países árabes y es imprescindible, aunque nosotros primero le formaremos, incluso a nivel de idioma, con un profesor que le enseñe español", afirmaron en aquella rueda de prensa.

Por su parte, la alcaldesa de Getafe afirmó entonces que "el impulso del caso de Osama debe servir para que el Gobierno de Rajoy tome cartas en el asunto para que, de manera clara, ponga en práctica iniciativas para resolver la situación humanitaria que están viviendo los refugiados".