El Comité Federal del PSOE ha aprobado por asentimiento esta madrugada que una comisión gestora se haga cargo del partido tras la dimisión del hasta ahora secretario general, Pedro Sánchez, y hasta la celebración de un congreso extraordinario, han informado fuentes socialistas.

La decisión de nombrar una gestora, que va a estar encabezada por el presidente asturiano, Javier Fernández, se ha adoptado después de 16 horas de reunión del Comité Federal, con solo un voto en contra y una abstención.

Entre los nueve vocales, la figura más destacada del órgano ejecutivo es el portavoz del PSOE en el Parlamento andaluz, Mario Jiménez, hombre de confianza de la presidenta de la Junta, Susana Díaz.

Los socialistas andaluces han situado a una segunda integrante en la gestora, la diputada por Córdoba y exconsejera de la Junta María Jesús Serrano. Extremadura también cuenta con dos representantes Ascensión Godoy y Soraya Vega.

El resto de vocales son José Enrique Muñoz Lladró (Valencia); Dolores Padrón (Canarias); Francesc Antich (Baleares); Francisco Ocón (La Rioja) y Ricardo Cortés (Cantabria), éstas tres últimas federaciones más próximas al sector que ha apoyado a Sánchez.

La gestora del PSOE. En primera fila, de izquierda a derecha, Javier Fernández (Asturias), y los vocales, Mario Jiménez Díaz (Andalucía), María Jesús Serrano Jiménez (Andalucía), Ascensión Godoy (Extremadura), José Enrique Muñoz Lladró (Valencia); y abajo, María Dolores Padrón Rodríguez (Canarias), Ricardo Cortés Lastra (Cantabria), Soraya Vega Prieto (Extremadura), Francesc Antich Oliver (Baleares), y Francisco Ocón Pascual (La Rioja). EFE/Archivo

La gestora desarrollará las funciones ejecutivas tras la dimisión del secretario general y de los integrantes que quedaban en la dirección.

El nuevo órgano llevará las riendas del partido hasta que se celebre el congreso federal extraordinario, en el que se elegirá a la nueva Comisión Ejecutiva Federal.

Esta gestora deberá decidir en el plazo de una veintena de días si, una vez enterrado el gobierno alternativo que pretendía Pedro Sánchez, permite que gobierne Mariano Rajoy o habrá terceras elecciones.

La otra tarea será conducir al partido a un congreso extraordinario para elegir a la nueva dirección y ratificar al secretario general que sea elegido antes en primarias entre la militancia.

Al contrario de lo que quería Sánchez, la asamblea federal se celebrará una vez que se forme gobierno con el fin de atender primero a los problemas del país, antes de los del partido, como han hecho hincapié los críticos en los últimos días.

Es la tercera ocasión en toda la democracia en la que el PSOE queda en manos de una gestora, tras la de 2000, cuando dimitió Joaquín Almunia, y la de 1979, en pleno debate sobre si se retiraba del ideario el término "marxista".

Sin embargo, la situación en la que queda ahora el PSOE es más delicada después del choque de trenes de los últimos días, que ha sumido al partido en un profunda ruptura.

Respeto unánime del PSOE a Javier Fernández

El nuevo máximo responsable de la gestora, Javier Fernández, ha venido concitando el respeto unánime del PSOE y se ha llegado a convertir en un referente moral para el partido. Ahora, tras ser nombrado presidente de la gestora que va a conducir los pasos del PSOE hasta que haya una nueva dirección una vez que Pedro Sánchez ha presentado su dimisión, se enfrenta a una de sus misiones más difíciles en su dilatada trayectoria política.

Presidente del Principado desde 2012 y secretario general de la Federación Socialista asturiana, Javier Fernández nació en Mieres el 7 de enero de 1948, en una familia de larga tradición socialista.

Su padre fue internado en un campo de concentración y su abuelo fusilado. Además, es sobrino nieto de Manuel Llaneza, el fundador del sindicato minero SOMA en Asturias.

Casado y padre de una hija, es ingeniero superior de Minas y funcionario del Cuerpo de Ingenieros del Ministerio de Industria. Inició su actividad política en la Federación Socialista de Asturias, donde milita desde de 1985 y en la que ha desempeñado diferentes cargos.

Entre 1991 y 1995, fue director general de Minería y Energía del Principado de Asturias, y en las elecciones generales de 1996 se presentó en la lista socialista por Asturias y fue elegido diputado en la VI Legislatura.

Permaneció en el escaño hasta su renuncia en 1999 cuando entró en el Gobierno asturiano como consejero de Industria, Comercio y Turismo en el Gobierno asturiano presidido por Vicente Álvarez Areces, en el que se mantuvo hasta 2001.

Elegido diputado autonómico en los comicios de mayo de 2003, en julio de ese mismo año se incorporó además al Senado en representación del Parlamento asturiano. Tras revalidar el escaño en en la cámara asturiana, en mayo de 2007, fue reelegido como senador por Asturias.

En el Congreso Regional de los socialistas, celebrado en noviembre de 2000, fue elegido secretario general. Desde entonces ha sido reelegido sucesivamente en julio de 2004, en julio de 2008 y en septiembre de 2012.

Fernández fue candidato a la presidencia del Principado por su formación el 22 de mayo de 2011 tras el anuncio hecho por el presidente Vicente Álvarez Areces de no optar a la reelección.

Según los resultados, los socialistas fueron la tercera fuerza más votada por detrás del Foro Asturias (FAC), de Francisco Álvarez-Cascos, y del PP. Finalmente, Álvarez-Cascos fue elegido presidente del Principado de una legislatura que tan solo duró seis meses.

A finales de enero de 2012, tras la negativa de la oposición a aprobar los presupuestos para el 2012, Cascos disolvió el parlamento y convocó elecciones.

Victoria en las elecciones de 2012

Javier Fernández, fue de nuevo, número uno de la lista del PSOE de cara a las anticipadas del 25 de marzo de 2012. Los socialistas fueron la formación más votada, con 17 diputados, pero sin mayoría absoluta. Las negociaciones posteriores entre las distintas opciones dieron como resultado el apoyo de IU y de UPyD a su candidatura a la Presidencia del Principado.

El 23 de mayo Fernández fue investido presidente del Principado de Asturias con el apoyo de los 17 diputados del PSOE, los 5 de IU y el único parlamentario de UPyD, frente a la abstención de los 22 parlamentarios del Foro y del PP.

En las elecciones de mayo de 2015 el PSOE logró una mayoría simple y tras los acuerdos alcanzados, el 21 de julio fue reelegido presidente del Gobierno asturiano con los 19 votos del PSOE e IU, y gracias a la abstención de Podemos.

Fernández siempre ha sido considerado como un hombre de partido que ha huido de las actuaciones grandilocuentes y condescendiente con las diferencias que ha habido en la familia socialista.

Así, no se decantó oficialmente por ningún candidato en las primarias en las que en 2014 se enfrentaron Pedro Sánchez y Eduardo Madina por las riendas del partido. Pero se le vinculó con el perdedor en aquel momento.

Dos años después, de forma momentánea, será él quien estará al frente del partido y quien tendrá que dar la cara ante una decisión nada fácil como la de determinar si los socialistas permiten gobernar a Mariano Rajoy.

Lo que él ha venido dejando claro durante todo el proceso que ha desembocado en la dimisión de Sánchez es que habría que evitar las terceras elecciones.