El expresidente de la Diputación de Valencia Alfonso Rus niega que haya evadido dinero al extranjero y que él mismo dirigiera la red provincial de cobro de mordidas. "Me lo tendrán que demostrar", ha asegurado a los periodistas -sin micrófonos- tras declarar otra vez ante el Juzgado de Instrucción número 18 de Valencia por el presunto amaño de la gestión telefónica tributaria o "call center" de Imelsa, una pieza separada del 'Caso Taula'.

Rus no ha querido extenderse más sobre los detalles de la pieza principal de la macrocausa judicial que lo sitúa a él como el líder de la red de mordidas. "Son 18.000 folios, no ha dado tiempo a leerlos", asegura. Y se ha limitado a calificar de "barbaridades" las acusaciones que se vierten sobre él como el cobro de mordidas de Ciegsa, los amaños en Imelsa, el supuesto blanqueo de dinero a través del Olímpic de Xàtiva, el club de fútbol que presidió, o el desvío de fondos al extranjero. "Vamos a rebatir una a una todas las informaciones», ha asegurado al tiempo que defendía la inocencia de cualquier procesado 2hasta que el juez no diga lo contrario".

El expresidente provincial del PP de Valencia ha defendido la inocencia de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá"mientras un juez no diga que es culpable", defensa que hace extensiva al exdiputado socialista Rafael Rubio, recientemente imputado en la pieza de los zombis de Imelsa del 'Caso Taula'. También ha recordado la reciente absolución de su exvicepresidente, Enrique Crespo, en el juicio por la supuesta ocultación de un premio de la lotería nacional, aunque ha obviado que aún tiene pendiente la macrocausa del 'Caso Emarsa'. "Si Crespo hubiese dimitido como vicepresidente de la Diputación por estos hechos, ¿qué sucedería ahora?", se ha preguntado Rus.

Aunque al ser preguntado por su defensa del exconseller Rafael Blasco, condenado y en la cárcel por el desvío de fondos de cooperación, ha torcido el gesto. "Yo lo defendí porque era mi amigo, pero siempre decía que cuando un juez lo declarase culpable, que lo pague".

Sobre el motivo de su nueva visita a la Ciutat de la Justicia, el 'call center' ha explicado que "era cosa de los técnicos" y el contrato se basaba en un "pliego impoluto que ninguna otra empresa recurrió".