Permanece como testigo silencioso en el parque de Las Cárvacas, en el municipio madrileño de Pozuelo. El llamado 'árbol de la Gürtel' está seco. El roble en el que Pozuelo acabó gastándose 104.000 euros en la época en la que gobernaba el municipio el 'popular' Jesús Sepúlveda, investigado en la trama Gürtel, está muerto.

El ejemplar, apuntalado, puede verse todavía en un lugar prominente del parque de Las Cárcavas, un espacio verde por el que los vecinos de Pozuelo acabaron pagando un sobrecoste del 80%; los 4,5 millones de euros en los que se adjudicó la obra se duplicaron. El Ayuntamiento asegura que el árbol aún tiene algo de vida y que por eso no se ha talado.