El director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, ha asegurado hoy que el presidente de Ciudadanos (C's), Albert Rivera, lo visitó en su despacho y le prometió "apoyo en todo" a cambio de que le diera "alguna cosa".

En su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Institucionales del Parlament, donde ha acudido por las conversaciones desveladas entre él y el ministro del Interior, Jorge Fernández Día -por los que se les acusa de fabricar casos de corrupción para desprestigiar al independentismo-, De Alfonso ha mantenido un tenso 'cara a cara' con la presidenta del grupo parlamentario de C's, Inés Arrimadas, que ha cuestionado su continuidad en el cargo de director.

"La señora Arrimadas me pregunta si sigo siendo idóneo: usted sabe que sí", ha afirmado tajantemente De Alfonso, que ha subrayado, dirigiéndose a la líder de C's en Cataluña, que "la lealtad no la tengo al ministro del Interior, ni a su grupo político, ni a ninguno de los que han intervenido, la lealtad la tengo al cargo".

De Alfonso ha insistido en que suele reunirse "con todos" los partidos, "también con C's", y ha desvelado que Rivera fue a visitarlo a su despacho en la Oficina Antifraude.

"Me dijo que no me preocupara, que no tendríamos problemas, que me apoyarían en todo, aunque habíamos tenido discusiones aquí, pero que yo tenía que entender que también les tenía que dar alguna cosa", ha explicado De Alfonso, en una intervención inusitadamente dura, en la que ha abroncado a los políticos que le han lanzado acusaciones en los últimos días.

En su comparecencia, De Alfonso ha abroncado a los diputados por iniciar el procedimiento para destituirlo, ha denunciado una operación política para someterlo, por ser una figura "incomodísima", y para conseguir un organismo "dócil y acobardado".

De Alfonso ha iniciado su intervención en un tono duro contra todos aquellos que han "lanzado injurias y calumnias" contra él por las conversaciones desveladas entre él y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por los que se les acusa de fabricar casos de corrupción para desprestigiar al independentismo.

De Alfonso, que ha rechazado dimitir, ha denunciado que esta comparecencia se parece a un "juicio sumarísimo" contra quien ha definido como un "incomodísimo director" de la Oficina Antifraude y ha lanzado sombras de sospecha contra varios de los partidos que ahora piden su destitución.

Para De Alfonso, la filtración de sus conversaciones busca acabar con una figura "incomodísima" por motivos electorales, pero "ese combate", a su parecer, "beneficia a unos cuantos y perjudica a toda la sociedad. Si me destituyen volveremos a tiempos pretéritos", ha añadido.

De Alfonso ha resaltado que la Oficina Antifraude nunca ha hecho nada ilegal y ha recordado que durante sus cinco años al frente de la entidad se ha reunido con cerca de un centenar de políticos de todos los partidos. "Si eso es conspirar, que tire la primera piedra el que esté libre de pecado", ha retado a los diputados.

Asimismo, ha pedido perdón por el tono "coloquial" de sus conversaciones con el ministro, pero "no por ser negligente ni por mantener múltiples reuniones con muchísimas personas, de uno u otro color".

"Yo me reúno, acepto, no fabrico ni me invento nada y estoy a la recíproca a ver qué se me ofrece", ha aseverado el director de Antifraude, tras lo que ha advertido: "no me utilicen como cabeza de turco porque eso canta".

En ese sentido, ha mostrado su sorpresa por el hecho de que los mismos grupos políticos que "directa o indirectamente" le han solicitado reuniones privadas le hayan "dado la espalda" ahora, aunque ha reconocido que también ha recibido algún mensaje personal de apoyo de algún diputado del Parlament que le "reconforta".

Daniel de Alfonso ha emplazado a los diputados a que, si lo que quieren es "saber en todo momento" lo que hace su entidad, cómo gestiona su presupuesto y qué investiga, reformen la ley, permitan que los expedientes que indaga la Oficina sean públicos y prevean comparecencias mensuales de su director.

Todos menos el PP le exigen la dimisión

Los grupos del Parlament excepto el PP han coincidido en reprochar al director de la Oficina Antifrau de Catalunyaq ue no haya dimitido tras publicarse grabaciones en las que habla con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, sobre la presunta búsqueda de casos de corrupción de ERC y CDC.

La líder de C's en el Parlament, Inés Arrimadas, se ha mostrado preocupada por "la gravedad de las informaciones" y de que Daniel de Alfonso vea normal estas reuniones con el ministro en las que, según ella, el director de la Oac rendía cuentas ante Fernández Díaz.

Pero Arrimadas considera que estos hechos "no borran la corrupción que sigue existiendo en Cataluña" y que no se trata de un ataque de España contra Cataluña, donde --ha recordado-- han salido a la luz presuntos casos de espionaje político.

El portavoz adjunto del PSC, Ferran Pedret, se ha sumado a la petición de C's para que De Alfonso revele toda la información sensible de la que disponga, y le ha amenazado con llevar ante la justicia sus insinuaciones sobre la presunta responsabilidad del PSC sobre la filtración: "Nuestras respuestas a sus acusaciones en forma de infamia y calumnia las tendrá en forma de querella".

Pedret le ha criticado que no dimita y ha asegurado que la intención de De Alfonso parece "incluso peor que lo que el ministro pretendía hacer", según las grabaciones.

El líder de SíQueEsPot, Lluís Rabell, cree que es uno de los episodios más sórdidos de la política de los últimos años y les ha reprochado hacer reuniones "para destruir a adversarios políticos", lo que considera negligente y que también podría ser delictivo.

Considera extremadamente grave que se hagan "investigaciones a medida en función de conveniencias políticas" y ha hecho hincapié en que estas conversaciones contradicen las buenas intenciones sobre neutralidad e independencia que prometió De Alfonso al asumir el cargo.

Desde el PP, Santi Rodríguez ha recordado que la comisión del Parlament no es un procedimiento judicial pese a que el resto de grupos ya tienen su sentencia clara, ha dicho, y ha criticado que se ataque a De Alfonso por no tener las mismas afinidades políticas que el resto: "Algunos partidos han suspendido sus actos de campaña electoral porque la han trasladado al Parlament" este miércoles.

El popular ha preguntado si se han fabricado pruebas para perjudicar a alguien, y ha pedido a De Alfonso si ha mantenido reuniones habituales con altos cargos públicos, también de la Generalitat, y si lo ha hecho para tratar asuntos relacionados con la corrupción: "¿Son estas las competencias que tiene el director de la Oac? ¿El fraude y la corrupción?"

La portavoz de la CUP, Anna Gabriel, ha expuesto que el objetivo de la investigación acerca de las grabaciones filtradas es "que dimitan unas personas concretas y no la lucha contra el fraude" y le ha reprochado que rindiera cuentas ante el ministro y no en el Parlament.

Le ha preguntado si ha suscrito un contrato de confidencialidad como máximo responsable de la Oac, porque entonces ese documento debería contemplar compensaciones y consecuencias penales: "Si la respuesta es 'no', ¿como es que usted no lo ha firmado?"

El diputado de JxSí David Bonvehí ha dicho que el artículo 8.3 de la Ley de la OAC --según el cual el director de la Oac no recibe instrucciones de ninguna autoridad-- ya justifica iniciar el proceso de revocación, y ha interrogado a De Alfonso sobre su presunta colaboración con el Ministerio: "¿Por qué lo hicieron? ¿Le presionó el ministro? ¿Le obligaron de alguna forma?"

Bonvehí ha centrado su intervención a criticar a Fernández Díaz, reprochándole que "en un país de cultura democrática, esto provocaría la dimisión del ministro", y ha citado el impacto del caso en varios periódicos internacionales.