Los fiscales anticorrupción Pedro Horrach y Ana Lamas tendrán que hacer público este viernes si rebajan los once años de cárcel que piden, en el juicio del caso Nóos, para el expresident del Govern Jaume Matas por los delitos de malversación de caudales en concurso con prevaricación y falsedad documental y de fraude a la administración pública. Matas realizó, durante su declaración ante la Audiencia del pasado febrero, una confesión a medias sobre la que existen dudas de si le producirá algún beneficio en su hipotética condena.

La fiscalía anticorrupción reclamó al principio del juicio del caso Nóos once años de privación de libertad para el también exministro de Medio Ambiente en el Gobierno de José María Aznar. Matas ya ha estado en prisión por una condena de 9 meses que habitualmente suele dejarse en suspenso y que le fue impuesta por favorecer a la hora de dar subvenciones públicas al periodista Antonio Alemany, el redactor de sus principales discursos cuando era president.

Delitos continuados

Anticorrupción, al igual que la acusación popular en nombre del sindicato Manos Limpias, imputó al expresident del PP de Balears un delito continuado de malversación de caudales en concurso con sendos continuados de prevaricación y falsedad en documento público, por el que le solicitó 8 años de cárcel y 20 de inhabilitación y otro de fraude a la administración, por el que le pidió una pena de 3 años de privación de libertad y 10 de inhabilitación.

Matas, defendido por Josep Zaforteza y Miguel Arbona, confía en que se le dé el mismo trato que a otros arrepentidos en el caso Nóos, como el exdirector general de Deportes en su Govern, José Luis-Pepote Ballester, y el excontable de Nóos Marco Tejeiro. A ambos acusados la fiscalía les aplica una atenuante muy cualificada de colaboración con la Justicia y les reclama condenas de n0 cumplimiento.

Los que sí parece que verán recompensada su confesión ante el tribunal son otros exaltos cargos del Govern balear que también están siendo juzgados: Juan Carlos Alía, exgerente del Ibatur; Gonzalo Bernal, antiguo responsable del instituto público Illesport, y Miquel Àngel Bonet, exasesor jurídico del Ibatur y que cumple condena por otros casos de corrupción.

Interpretar las palabras

La fiscalía, y después el tribunal, deberán interpretar las palabras de Matas en su declaración, cuando reconoció tener responsabilidad en los hechos, pero no se confesó culpable de los delitos.

"Asumo mi responsabilidad por haber autorizado esos foros sobre turismo y deporte organizados por el señor Urdangarin y no haber controlado los gastos; aquí hubo un sobrecoste de gastos que no tenían que haber pagado los ciudadanos de Balears y yo estoy dispuesto a devolver ese dinero con la venta de mi patrimonio (el palacete); han fallado estrepitosamente la justificación del gasto y el control", confesó ante la Audiencia de Palma Jaume Matas. El expresidente balear también dejó hundidos a Iñaki Urdangarin y Diego Torres a los que acusó del principal delito: la malversación de caudales.

El exministro se mostró en plena forma, pese a sus problemas de audición, que le forzaron en ocasiones a hablar en un tono muy alto. Matas, muy bien asesorado por su abogado Josep Zaforteza, salió en tromba a declarar y en apenas media hora de interrogatorio admitió su responsabilidad en el desvío de casi 2,5 millones de euros del Govern entre 2003 y 2007 hacia las empresas y asociaciones sin ánimo de lucro del yerno del entonces rey Juan Carlos.

Las dudas surgieron cuando Matas insistió en desvincularse de los procesos administrativos para favorecer al yerno del rey Juan Carlos.