El tribunal encargado de juzgar el caso Nóos ha emplazado finalmente a la Infanta Cristina y a los otros 16 acusados a estar presentes de forma obligatoria el 14 de junio en la sala donde tiene lugar la vista oral, en el Polígono Son Rossinyol de Palma.

Así lo ha anunciado este miércoles la presidenta del tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares, Samantha Romero, quien ha fijado para ese día la fase de conclusiones de la vista oral, en la que las partes deberán exponer si mantienen o modifican sus peticiones para cada uno de los inculpados.

Tras las conclusiones será el turno de los informes, fase en la que no será necesario que estén los acusados, quienes finalmente deberán regresar en el turno de la última palabra, derecho del que podrán hacer uso los inculpados si así lo estiman conveniente.

Junto a la Infanta y su marido, Iñaki Urdangarin, también se encuentran acusados el exsocio de éste, Diego Torres, el expresidente del Govern Jaume Matas, el exvicealcalde de Valencia Alfonso Grau, la mujer de Torres y otros numerosos exaltos cargos de Baleares, Comunidad Valenciana y Madrid.

La Fiscalía Anticorrupción reclama más de cien años de cárcel para catorce de los acusados, 19 y medio de ellos para el marido de la Infanta y 16 y medio para Torres, a raíz del presunto desvío de 6,2 millones de euros públicos de los que se habrían apoderado ambos exsocios a través de una compleja maraña de empresas ficticias con el Instituto Nóos como epicentro de la trama.

Por su parte, la hermana del Rey Felipe VI se enfrenta a una petición de ocho años de prisión como cooperadora necesaria de dos delitos fiscales, una solicitud que formula el sindicato Manos Limpias, única acusación del proceso que ejerce acciones penales contra Cristina de Borbón.

La entidad considera que el papel de la Infanta fue imprescindible para que su marido defraudase hasta un total de 337.138 euros en las cuotas del IRPF correspondientes a los años 2007 y 2008 a través de la empresa de la que ambos son copropietarios, Aizoon, y que constituía una de las mercantiles 'pantalla' que integraban el conglomerado empresarial urdido por Urdangarin y su exsocio.