El presidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, ha invitado al Gobierno que salga de las elecciones del 26 de junio a sentarse a negociar una consulta sobre la independencia de Cataluña sin ideas preconcebidas y se ha mostrado abierto a pactar la fecha, la pregunta y el quórum.

En una conferencia organizada por Nueva Economía Foro, Puigdemont ha hecho un llamamiento al diálogo "con coraje" y con "ganas de llegar a un acuerdo", convencido de que eso llevaría "a la mejor de las soluciones: conjunta, dialogada y comprometida".

"Pactar no es una señal de debilidad, no es un acto de cobardía, sino que engrandece y fortalece", ha proclamado después de quejarse del desinterés del Gobierno central por el proceso independentista: "Preocupa a muchos españoles, pero no preocupa al Estado español", porque cree que cuenta con una ley que lo impide y con una mayoría política en el resto de España que no va a permitir ningún cambio.

Sin embargo, ha advertido de que, mientras tanto, el Govern que preside va a continuar con su hoja de ruta, con la creación de estructuras propias hasta la celebración de un referéndum en el plazo de 18 meses, de los cuales ya han pasado casi cinco.

"No vamos a esperar cruzados de brazos eternamente", ha avisado Puigdemont, quien, con todo, ha insistido en sentarse a negociar sobre una consulta vinculante, hablar de una fecha, de la pregunta que se incluiría, de cuánta participación mínima sería necesaria para ser considerada vinculante y qué cantidad de votos a favor se requerirían para poder declarar la independencia.

Y con el horizonte de las elecciones generales del 26 de junio, el presidente catalán no cree que la clase política española tenga el "coraje" de acometer una reforma constitucional cuando no han sido capaces de ponerse de acuerdo para evitar la repetición de los comicios.

No hay tampoco, a su juicio, un "fervor autonómico" en ningún sitio, sino que, por el contrario, hay un "proceso recentralizador voraz".

Interrupción de una militante de VOX

La militante de VOX Rocío Monasterio se ha colado este viernes en la conferencia protagonizada por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, en un hotel de Madrid y ha interrumpido brevemente el acto para entregar al conferenciante un ejemplar del Código Penal y unas esposas, a modo de denuncia por el incumplimiento de la ley, en el que a su juicio, incumple el Ejecutivo catalán.

Monasterio, ha esperado a que Puigdemont terminase su discurso inicial y antes de que la prensa pudiera formularle preguntas, se ha acercado a la mesa presidencial del acto al grito de "Sin ley no hay democracia".

Tras pronunciar esta frase tres veces con los brazos en alto y mostrando unas esposas y el Código Penal ha dejado ambos objetos sobre la mesa ante Puigdemont y ha abandonado la sala.

Monasterio, quien en las elecciones municipales del año pasado concurrió como número dos de VOX al Ayuntamiento de Madrid, ha sido identificada por los organizadores del acto y después ha abandonado el hotel.