El fotoperiodista José Manuel López (León, 1971), liberado tras casi un año retenido en Siria, acumula una larga trayectoria como corresponsal de guerra con un trabajo marcado por la denuncia de las injusticias, por el que ha recibido multitud de premios.

Apasionado de la fotografía recibió unas semanas antes de ser secuestrado el Premio Marco Luchetta de fotografía por una imagen de niños somalíes jugando entre las ruinas de Mogadiscio.

Un premio que es un reconocimiento más a una larga lista de galardones, como la medalla de oro, en la categoría de prensa, del premio Px3 Prix de la Fotografía de París por un reportaje de las unidades de defensa civil de la ciudad siria de Alepo.

López inició su carrera en un periódico local de León ya desaparecido.

Tras 11 años trabajando en un medio de prensa y con la llegada de la crisis a los medios de comunicación, López se dedicó de lleno a lo que siempre ha sido su gran pasión, hacer reportajes humanos y seguir los conflictos internacionales más candentes como fotoperiodista 'freelance' a tiempo completo.

Una pasión por la imagen que le ha llevado a Afganistán, Irak, Congo, Líbano, Palestina, Kosovo, Guatemala o Ucrania, entre otros muchos destinos.

Su trabajo en los últimos años se había centrado en la guerra de Siria, el conflicto de Sudán del Sur, Somalia o Irak como un colaborador habitual de la Agencia France-Presse (AFP)

Ha publicado sus fotografías en los medios de comunicación más importantes del mundo como The New York Times, The Guardian, Le Monde, El País o Der Sipiegel y lo ha complementado con exposiciones individuales y colectivas.