El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha confirmado este miércoles que propondrá al juez Merrick Garland como candidato para ocupar la vacante que existe en el Tribunal Supremo, lo que anticipa una nueva batalla parlamentaria entre demócratas y republicanos.

Garland, de 63 años, dirige actualmente el Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia. A pesar de que llegó a trabajar en el Departamento de Justicia bajo la Presidencia de Bill Clinton, sus posiciones moderadas le han granjeado apoyos tanto entre demócratas como entre republicanos.

Fuentes de la Casa Blanca han defendido en declaraciones a Reuters la "reputación" de Garland y han recordado que un senador republicano, Orrin Hatch, llegó a describirlo como "nominado de consenso". "No es una decisión que haya tomado a la ligera", ha explicado Obama en una comparecencia en la Casa Blanca.

Sin embargo, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, ya ha advertido por boca de su portavoz de que vetará cualquier nominación. Ryan alega que debe ser el vencedor de las elecciones de noviembre quien elija al sustituto de Anthony Scalia, fallecido en febrero.

El candidato favorito en las primarias republicanas, Donald Trump, también ha insistido este miércoles en una entrevista con CNN que el nombre del nuevo juez para el Supremo debería ser propuesto por el próximo inquilino de la Casa Blanca.

El nombramiento del sustituto de Scalia es clave no sólo para el funcionamiento del Alto Tribunal, sino también para inclinar la balanza a favor de uno de los dos bandos, ya que actualmente hay tantos magistrados conservadores como progresistas.