El Gobierno y la Casa del Rey han decidido aplazar la visita de Felipe VI y la Reina Letizia a Corea del Sur y Japón, prevista para mediados de abril, al tratarse de un viaje que habría obligado al jefe del Estado a ausentarse de España casi una semana en fechas decisivas del actual proceso político nacional.

Según han informado fuentes de la Casa del Rey, ya ha sido notificada tanto al emperador Akihito de Japón como a la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, la decisión de aplazar este viaje, con rango de visita de Estado en el caso de ambos países, que aún no había sido anunciado oficialmente.

Don Felipe y doña Letizia sí mantendrán el viaje a Puerto Rico programado para la próxima semana, con ocasión del VII Congreso Internacional de la Lengua Española, que incluirá varias actividades concentradas en el martes 15, aunque todavía no se ha cerrado la agenda oficial.

Desde la celebración de las elecciones generales del pasado 20 de diciembre, el único viaje del Jefe del Estado al extranjero ha sido su visita de este miércoles a Lisboa para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, con la que se ausentó de España apenas unas horas.

La situación de provisionalidad política ya obligó a suspender un viaje de los Reyes a Arabia Saudí previsto para mediados de febrero, que tampoco había sido anunciado oficialmente, y también la visita de Estado al Reino Unido de Felipe VI y la Reina Letizia programada para los días 8 al 10 del presente mes.

En este último caso, como la visita al Reino Unido había sido hecha pública por ambos países el 3 de diciembre, tanto el Gobierno británico como el español comunicaron también oficialmente su aplazamiento.

Así, el ministerio español de Asuntos Exteriores explicó el 4 de febrero en un comunicado que "debido al proceso de formación de un nuevo Gobierno actualmente en curso en España, dicho viaje de Estado queda pospuesto", mientras que, al día siguiente, un portavoz oficial del Palacio de Buckingham informó de que la reina Isabel II comprendía totalmente los motivos de ese aplazamiento.