La sesión de este jueves en el juicio del caso Nóos en Palma de Mallorca pasará a la historia por ser la primera vez que un miembro de la Casa Real, en este caso la Infanta Cristina, declaraba en un juicio como acusada por dos delitos. Pero también será recordada por el enfrentamiento entre la presidenta del tribunal, Samantha Romero, y la abogada de la acusación popular, Virginia López-Negrete.

La magistrada reprendió en numerosas ocasiones a la letrada por su forma de preguntar a la Infanta, que se acogió a su derecho de no responder. "Le pido por favor que no incluya valoraciones en sus preguntas, por favor", le solicitó.

Durante el interrogatorio a Urdangarin, López-Negrete también fue amonestada por incluir un correo electrónico en el que figuraba el Rey Juan Carlos como destinatario y que estaba inadmitido como prueba en la causa. "Si vuelve a repetirse, tomaremos medidas", le advirtió la jueza.

Por su parte, Pau Molins, el abogado de la Infanta, calificó de "violento" el chaparrón de preguntas y documentos con el que Virginia López-Negrete trató en vano de conseguir una respuesta de la exduquesa, quien permaneció casi inmóvil, inexpresiva, alternando miradas al vacío con otras dirigidas a la letrada acusadora.

Ante los medios de comunicación, Negrete censuró que la hermana del Rey no haya tenido "el valor" de enfrentarse a sus preguntas y solo haya contestado a las formuladas por su abogado.