El ex director general de Deportes José Luis 'Pepote' Ballester ha declarado ante el tribunal que juzga el caso Nóos que Iñaki Urdangarin le reclamó por teléfono varios pagos pendientes al Instituto Nóos a principios de 2007, cuando el esposo de la infanta Cristina ya no formaba parte de dicha entidad.

Según ha declarado Ballester, acusado en el caso Nóos, le "extrañó" recibir llamadas de Urdangarin reclamándole pagos, porque meses antes, en la primavera de 2006, le había informado de que se desligaba del Instituto Nóos.

Ballester ha asegurado hoy en su declaración ante el tribunal que juzga el caso Nóos que cree que Iñaki Urdangarin utilizó su amistad para poder acceder a la Administración balear y obtener contratos públicos.

A la pregunta de si se ha sentido engañado o usado en su amistad con ellos para tener acceso a la administración o al presidente del Govern, Jaume Matas y poder hacer esos contratos, Ballester ha concretado que el término para describir su sensación es "utilizado".

"La palabra sería utilizado pero te das cuenta con el tiempo y sobre todo viendo como se han acabado desarrollando los temas y cómo al final te das cuenta de que eres un pequeño instrumento. Alguna manera de ser utilizado puede que sí", ha admitido a preguntas de la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete.

En el caso Nóos se juzga la presunta trama urdida para beneficia con fondos públicos a entidades creadas por Urdangarin y su exsocio Diego Torres, que percibieron unos 3,5 millones de las administraciones públicas valencianas; 2,5 del Govern balear y 114.000 euros en donaciones del Ayuntamiento de Madrid, así como un presunto fraude a Hacienda.

Ballester ha detallado que Urdangarin estuvo muy implicado en el primer foro de turismo y deporte que organizó el Instituto Nóos en Palma: "Estuvo durante 2005 en el proyecto, él capitaneaba las reuniones y definía con su trabajo con los empresarios que colaboraron lo que iban a ser las ponencias del foro".

Una vez celebrado, Urdangarin también estuvo en reuniones coordinando los resultados del primer foro y la continuidad del segundo.

"Ya en 2006, sobre Semana Santa, probablemente coincidiendo con sus vacaciones aquí, me comentó que ya no participaba en las sociedades de Nóos, que iba a continuar todo igual y que iba a ser Diego Torres quien liderara el segundo foro", ha detallado Ballester.

Así como en el primer foro "Urdangarin había estado presente y dirigido ponencias y dado conclusiones y había sido el que dirigía a los demás intervinientes, en el segundo no fue así, lo hizo Diego Torres", ha relatado.

Posteriormente, las reuniones de seguimiento se aplazaron y no hubo una continuidad, algo que extrañó a Ballester, que estaba particularmente interesado en contar con un plan estratégico derivado de las conclusiones del foro.

"No se actualizaba la página web, no se había editado el libro de la conclusión de todos los ponentes como sí se había hecho al año anterior y había una serie de cosas que a mí me parecía que no se habían llevado a cabo", ha detallado Ballester, que se las reclamó a Torres y a Mario Sorribas.

Fue entonces cuando Urdangarin se puso en contacto telefónico con él. "Me llamó sucesivas veces", ha dicho.

"A partir de enero de 2007, la llamada de Diego, de Mario y las sucesivas de Iñaki hacia mí eran para cobrar, para que les pagara", ha afirmado el campeón olímpico de vela en 1996, quien ha precisado que le extrañó la llamada de Urdangarin y que así se lo manifestó. Le respondió que cuando entregaran el trabajo se les pagaría.

"Al final se pagó", ha relatado Ballester, que recibió directamente la orden de Matas en un encuentro que mantuvieron en el Consolat de Mar, sede de la presidencia, en la semana previa a las elecciones de mayo de 2007.

"Me dice: 'Paga, mi preocupación es ganar las elecciones el domingo'", ha detallado.

"El objetivo era contratar a Urdangarin sin discutir precio"

Ballester ha explicado al tribunal que juzga el caso Nóos que se reunió con el expresidente del Govern y Iñaki Urdangarin en el palacio de Marivent para que este le explicara el proyecto de patrocinio de un equipo ciclista.

El encuentro en la residencia de la Familia Real en Palma fue en el verano de 2003, comenzó con un partido de pádel y continuó con una reunión entre Urdangarin, Matas y Ballester para abordar la posibilidad de que el Govern balear asumiera el patrocinio principal del entonces equipo ciclista Banesto.

Además Urdangarin planteó la necesidad de crear una oficina de seguimiento del proyecto que asumiría él mismo para analizar la repercusión del patrocinio. La reunión fue para que "don Iñaki trasladase la posibilidad de entablar conversaciones con el equipo y que él iba a estar al frente de la oficina de seguimiento y dar continuidad del mejor equipo ciclista del momento", ha detallado.

"Se habló del inicio de conversaciones, la inversión prevista o que el equipo iba a solicitar y de que iba a tener un coste la oficina de seguimiento para poder darle esta forma", ha explicado Ballester sobre el contenido de la conversación mantenida en Marivent, donde Urdangarin hablaba "él de forma personal" y no en representación de ninguna empresa.

Sobre la propuesta de Urdangarin de llevar él la oficina de seguimiento de ese patrocinio, Ballester ha asegurado que "nunca se dudó de que había que contratarla" y nadie puso en duda que la llevara el entonces duque de Palma. "Todos sabían de quién venía esa propuesta", ha precisado. Según el ex deportista, "el objetivo era contratar a Urdangarin y a todo lo que viniera de él sin discutir el precio".

Ese fue el primer contacto de Urdangarin con representantes del Govern balear para hacer una propuesta formal, un vínculo que continuó posteriormente.

Urdangarin se lo propuso primero a Ballester, a quien conocía desde 1988, cuando ambos coincidieron en la residencia para deportistas Blume, tras los Juegos Olímpicos de Seúl.

En el verano de 2003, cuando Ballester acababa de ser designado director general de Deportes, coincidieron en varias ocasiones, Urdangarin le contó que buscaba nuevo patrocinador para el equipo ciclista Banesto y le propuso que fuera el Govern balear. Coincidieron "en su casa, en la mía, en el club (náutico), en diferentes citas que se iban sucediendo con normalidad", ha detallado.

Ballester: "Matas marcaba las directrices de las actas falsas"

Ballester ha insistido que Matas era quien daba las "directrices" para "vestir el santo" y manipular las actas de la Fundación Illesport, uno de los órganos que contrató con el Instituto Nóos bajo el mandato del expresidente del PP.

Ballester ha confesado que decidió colaborar con la justicia cuando empezó "a leer las informaciones sobre la investigación" e "interiorizó que había habido actuaciones que no habían sido pulcras".

El acusado, uno de los principales 'arrepentidos' en el marco del caso Nóos, ha abierto la ronda de interrogatorios en el juicio que se celebra por un presunto desvío de hasta 6,2 millones de euros de Baleares, Comunidad Valenciana y Madrid, y en su comparecencia ha achacado a Matas las decisiones que adoptaba la Fundación, como el hecho de que se simularan actas de reuniones que no se habían producido y de decisiones que tampoco habían sido debatidas.

Según ha manifestado el medallista olímpico, cuya declaración ha arrancado pasadas las 9.30 horas, la junta de patronos del Illesport se reunió una sola vez, "al principio de todo". Ballester ha señalado que las actas de la fundación las firmaba y redactaba su gerente Gonzalo Bernal, también procesado en esta causa.

Ballester ha manifestado que comenzó a colaborar con las investigaciones a raíz de las diferentes informaciones que se iban vertiendo en los medios en torno a presuntas irregularidades en la celebración de dos foros sobre turismo y deporte organizados en Palma por Nóos así como en relación con la construcción del velódromo Palma Arena, cuyo sobrecoste en más de cincuenta millones de euros está siendo investigado.

Así, fue en 2009, tras ser detenido en agosto en la operación policial del caso Palma Arena, cuando inició las conversaciones con Fiscalía y Abogacía de la Comunidad Autónoma y "fui conocedor de todo lo que habían declarado empresarios, funcionarios y gente ligada a mi trabajo". Según ha manifestado, había en estas declaraciones "contradicciones y evasivas" en las que "se ponía en tela de juicio la ética" en la gestión de las arcas públicas, cuyo "saqueo en ningún momento era mi intención".

En el caso Nóos se juzga la presunta trama urdida para beneficia con fondos públicos a entidades creadas por Urdangarin y su exsocio Diego Torres, que percibieron unos 3,5 millones de las administraciones públicas valencianas; 2,5 del Govern balear y 114.000 euros en donaciones del Ayuntamiento de Madrid, así como un presunto fraude a Hacienda.