El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, ha pedido que no se le prejuzgue por un pacto con la CUP que aún no existe: "A todos nos convendría poner serenidad y juzgar cuando llegue el acuerdo".

En una entrevista de 8TV recogida por Europa Press, ha asegurado este jueves que "está todo abierto", ha negado que la CUP esté humillando a JxSí en la negociación, y ha defendido que él se siente obligado a buscar el acuerdo tras las elecciones catalanas para hacer caso del mandato de las urnas.

"He aguantado tantas cosas, que esta tengo la obligación de aguantarla" por el resultado del 27S, de manera que debe agotar hasta el máximo las posibilidades de acuerdo, que no rubricará a cualquier precio, pero sí perseguirá hasta el final --dice--, ya que JxSí no alcanzó sola la mayoría absoluta.

Admite que "no habiendo pasado del 50% de votos, no se puede culminar este proceso", pero sí se puede avanzar hacia la independencia en esta nueva legislatura y aspirar a que sí se alcance la mayoría independentista en unas elecciones catalanas posteriores.

Sobre el plan de choque social que pueden acordar JxSí y la CUP para pactar la investidura, Mas ha defendido que su Govern ya ha emprendido muchas medidas como las que negocian, aunque ahora con la CUP "se está hablando de cómo se hace algo más" en algunos aspectos, como pobreza energética, inserción social, educación y reducir más las listas de espera sanitarias.

"¿Eso es bajarse los pantalones?", ha preguntado, y ha insistido en que se está negociando cómo la Generalitat puede poner el acento en aspectos que la CUP y JxSí consideren necesarios.

Ha dicho que una de las directrices de la negociación está siendo que "no se puede engañar a la gente necesitada" sabiendo que no se podría cumplir alguna de las medidas que se pueden pactar, porque tanto CUP como JxSí lo considerarían inmoral.

Las deudas son las deudas

Al preguntársele sobre la petición de la CUP de que se puede dejar de pagar deudas desde la Generalitat para poder aplicar medidas, Mas ha dicho que ya se les ha dejado claro que "eso no se puede hacer".

"Las deudas son las deudas, pero, además, ¿quién recauda el dinero? El Estado", y ha recordado que, si Cataluña no paga, hoy por hoy tampoco recibirá transferencias del Estado.

"No estamos atrapados. Estamos ilusionados y comprometidos en hacer un cambio estructural", ha dicho el presidente, y ha asegurado que la negociación es difícil tanto para la CUP como para JxSí; respecto a él mismo, asegura que no ha cambiado de ideología, sino que es consciente de que hay que negociar cuando no se tiene mayoría para gobernar.

El motivo para no irse

Al preguntársele si él está siendo el problema en la negociación, ha dicho que aún hay gente que lo cree, pero no es así: "Motivos para marchar tengo unos cuantos".

"Pero tengo uno para no marchar, el defnitivo: si se ha puesto precio a la Presidencia de la Generalitat de esta manera y lo aceptamos, quiere decir que este proceso lo dirige la CUP", ha dicho.

También ha dicho: "Ya sé que molesto a muchos (...) Cuando tienes un gran desafío, hazlo, asume el riesgo y no te rindas. Yo funciono así, y tiene costes y hace ser incómodo".

La resolución

También se ha referido a la resolución independentista aprobada por JxSí y la CUP en el Parlament, para decir que en el texto "es más importante lo que no dice que lo que dice", ya que no incluye muchas reivindicaciones de la CUP que se han hecho famosas.

Por ejemplo, la resolución no habla de salir de la UE y el euro ni habla de declaración unilateral de independencia ni de desobediencia legal; en cambio, sí habla de negociar con el Estado y la UE, "que no está precisamente en el ideario de la CUP".

Ha afirmado que 'desconexión' --palabra incluida en la resolución-- no significa "necesariamente" desobediencia a las leyes, y ha pedido que se le juzgue por hechos, ya que asegura no haberse saltado la ley. Además, Mas ha replicado a Iglesias que ni PP ni PSOE ni C's le aceptarán un referéndum catalán.

"Cierta decepción"

Artur Mas ha acabado diciendo que es consciente de que hay cierta decepción en Catalunya por alargarse la negociación, pero ha avisado al votante independentista de que "solo tiene una carta para defender a Catalunya hasta que sea Estado: se llama el voto".

En cambio, el Estado tiene tribunales, fiscales, policías, la 'caja', el control de las finanzas y las relaciones internacionales, ha dicho en sus propias palabras.

Por eso es tan importante para él que los votantes independentistas del 27S entiendan que debe aprovecharse esa única carta, ya que "los demás usarán siempre sus cartas". "Si tú no vas, ellos se quedan y seguirán haciendo lo mismo y te intentarán hundir", ha añadido.