Junts pel Sí (JxS) prevé cerrar la propuesta final de acuerdo con la CUP justo antes de las elecciones generales del 20 de diciembre, para que la izquierda anticapitalista pueda disponer de al menos una semana para debatirla con sus bases, antes de celebrar su asamblea el día 27 de este mes.

Así lo han explicado a Efe diversas fuentes conocedoras de las negociaciones, después de que en las últimas horas JxS y la CUP hayan acordado un nuevo método de discusión y un calendario más intenso de contactos para intentar superar los escollos de la negociación, entre ellos la concreción de un plan de choque social.

Hasta ahora, ambas formaciones habían negociado en varias mesas de trabajo, a diferentes niveles y con interlocutores diversos por ambas partes.

Pero después de que se hayan producido algunos problemas de comunicación -incluso han aflorado sospechas dentro de la CUP por una supuesta ocultación de información por parte de determinados negociadores de la izquierda anticapitalista-, se ha decidido centralizar las discusiones en una comisión de trabajo con seis representantes por cada parte, que podrán variar según el tema que traten.

Mientras en las carpetas referidas al proceso constituyente de una "república catalana" y a una hoja de ruta legislativa para la "desconexión" de España el grado de entendimiento es ya muy elevado, y dejando de lado la cuestión de la investidura -el nombre de Artur Mas sigue siendo la única alternativa que ofrece JxS-, el grueso de las discusiones se centra ahora en concretar las medidas que debe incorporar el plan de choque social.

Después de que JxS trasladara ayer a la CUP un documento con 20 propuestas, entre ellas medidas contra la pobreza energética, a favor de la dación en pago, un salario mínimo de 1.000 euros o el fomento de cooperativas, ahora los esfuerzos se focalizan en concretar su alcance y aplicación.

Los departamentos de Economía y de Bienestar Social y Familia tienen el encargo de detallar el crédito y las partidas que conllevarían estas medidas, bien a través de una prórroga presupuestaria o, en otros casos de mayor volumen, mediante unos nuevos presupuestos de la Generalitat.

La CUP valora el documento como un paso adelante en la negociación, pero exige pasar de los enunciados a la concreción e incluir inequívocamente, por ejemplo, una moratoria en planes de privatización o en el desarrollo de proyectos como BCN World.

La idea de los negociadores, según las fuentes consultadas, es terminar los trabajos antes de las elecciones del 20D, por lo que las reuniones se van a intensificar en los próximos días.

De hecho, según dichas fuentes, la última reunión prevista marcada en su calendario es la del 17 de diciembre, aunque posiblemente habrá aún algún otro encuentro el 18, último día de la campaña electoral, o incluso el 19, jornada de reflexión, si es necesario para dirimir los últimos flecos de la negociación.

Antes del 20D, por lo tanto, JxS quiere dar por terminada la negociación y tener así perfilada la propuesta definitiva de acuerdo con la CUP, para que la militancia de la izquierda antisistema pueda debatirla a lo largo de la semana siguiente y someterla a votación en la asamblea del día 27.

Llegar por esas fechas a un preacuerdo que incluya un plan de choque social y la investidura del presidente de la Generalitat, reconocen las fuentes consultadas, podría tener un impacto directo sobre la jornada electoral del 20D y sobre las expectativas de las formaciones independentistas que se presentan, Democràcia i Llibertat -coalición liderada por CDC- y ERC.

En caso de que la asamblea de la CUP refrendara un acuerdo con JxS, el pleno de investidura en el Parlament podría celebrarse antes del 30 de diciembre, por lo que ese día por la noche el nuevo president podría emitir su tradicional mensaje de fin de año, no estando en funciones sino habiendo sido ya investido.