El líder socialista, Pedro Sánchez, ha dicho este domingo que el programa electoral de su partido es "un proyecto de cambio que combina experiencia y renovación", elaborado de "abajo arriba" y "coherente", y ha subrayado que se trata de "un contrato ciudadano" que se cumplirá a partir del 20 de diciembre.

Sánchez ha intervenido hoy en un acto de su partido antes del inicio del debate de las alrededor de 3.500 enmiendas -entre ellas las relativas a la reforma laboral en las que se pide que sea derogada en su totalidad- que se han presentado al borrador del programa electoral que se aprobará la semana que viene en la Conferencia de Programa de Gobierno del PSOE.

"Se trata de construir un futuro para la mayoría, porque ha habido un Gobierno que ha gobernado para el 10 % y que se ha olvidado del 90 %", ha subrayado Sánchez, acompañado por la número dos de la lista del PSOE por Madrid, Meritxell Batet.

El líder socialista ha asegurado que su partido cuenta con "experiencia pero también con renovación" para "liderar ese cambio que vuelva a unir lo que la derecha ha quebrado: la igualdad y las oportunidades, la política y la decencia".

Ha insistido, como ya hizo anoche en Viator (Almería), en que cuando el PSOE gane las elecciones "acabará con la reforma laboral, la derogará, y aprobará un nuevo estatuto de los trabajadores".

Ha señalado que el programa es un "contrato ciudadano" y ha garantizado que aquello que recojan sus páginas lo cumplirá un Gobierno socialista que "lidere la España de los derechos, las libertades y las oportunidades que merecen los españoles".

El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno ha dicho que se trata de un programa hecho de "abajo arriba" que ha abierto las puertas a la participación de muchos ciudadanos, "de socialistas de corazón con o sin carné", para "enriquecerlo" y que entienden al PSOE como "un instrumento para el cambio y el progreso en España".

"Es un programa coherente con nuestros valores", ha indicado, antes de apostillar: "Es un programa de Gobierno que piensa en las próximas generaciones".

Ha explicado que el programa plantea respuestas a cuatro grandes desafíos que tendrá el país en los próximos cuatro años: la falta de oportunidades, la desigualdad, la falta de confianza en las instituciones por los casos de corrupción y la convivencia.

Pedro Sánchez ha querido referirse especialmente a los jóvenes y ha subrayado el compromiso de los socialistas con ellos.

"Hoy en la España que deja el PP un 56 % de los jóvenes está pensando en irse fuera por la falta de oportunidades y aquellos que encuentran un puesto de trabajo tienen hoy un sueldo que es un 35 % inferior al de hace años", ha apuntado.

Se ha referido así a la precariedad laboral y ha remarcado que "el presente del PP para los jóvenes es paro, precariedad y pasaporte", en tanto que el PSOE no quiere "ni una generación olvidada ni perdida, sino una generación recuperada para que los jóvenes lideren ese gran cambio político".

Los socialistas quieren, ha dicho, que los jóvenes sean "la vanguardia de ese cambio social y político que necesita España".

Meritxell Batet ha asegurado que los socialistas tienen "un programa de Gobierno para todos los ciudadanos", para "la mayoría". "Sólo así conseguiremos volver a llegar al Gobierno para seguir transformando España", ha añadido.

De las reuniones de hoy a puerta cerrada -en las que se debaten las enmiendas al borrador del programa- saldrán las aportaciones que se incorporarán al programa definitivo, que se aprobará en la conferencia política convocada los próximos días 14 y 15 en Madrid.

Uno de los puntos de interés de los debates es el relativo a la reforma laboral, puesto que algunas federaciones, como Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, y otros sectores del partido, como las Juventudes Socialistas y la corriente Izquierda Socialista, han reclamado la derogación completa del marco legal que aprobó el Gobierno del PP en 2012.

El borrador del programa que Ferraz aprobó el pasado 19 de octubre establece que la derogación se haría en dos fases en caso de que Pedro Sánchez llegara a la Moncloa.

En la primera, vía decreto, se revocaría lo relativo a los contratos que generan precariedad laboral y salarial y se potenciaría la negociación colectiva.

Para más adelante, se dejaría lo relativo a la indemnización por despido, al argumentar el PSOE que esta cuestión tiene que ser pactada entre los sindicatos y los empresarios a través de la negociación del nuevo Estatuto de los Trabajadores.