El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha avisado este lunes a Ciudadanos (C's) de que su cabeza "está bien situada" y que no piensa dejar que "nadie la cambie de sitio", ante la posibilidad de que el partido de Albert Rivera pida su cabeza para llegar a un acuerdo que permita gobernar al PP tras las generales. Además, ha insistido en que debe gobernar la formación que tenga "más apoyo ciudadano" y ha invitado a la gente a "reflexionar qué hace con su voto" porque "algunas fuerzas" pueden darle "un uso distinto de aquel para el cuál fueron votadas".

Así se ha pronunciado Rajoy en una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa tras el Consejo de Ministros extraordinario que ha convocado para firmar el decreto de convocatoria de elecciones para el 20 de diciembre, en un momento en que todas las encuestas coinciden que el PP puede perder al menos 40 escaños y necesitará a Ciudadanos si quiere seguir en el poder.

"Pretendo seguir vivo una larga temporada y que usted lo vea. Mi cabeza está bien situada y no pienso dejar que nadie la cambie de sitio", ha ironizado el jefe del Ejecutivo en una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa al ser preguntado si, en el caso de que el PP necesitara a la formación naranja para gobernar y el precio fuese su cabeza, si estaría dispuesto a cederla.

Debe gobernar la lista más votada

Rajoy ha subrayado que es partidario de que gobierne la "lista más votada" y ha agregado que no le "gusta" lo que ha visto tras las municipales en ayuntamientos como Madrid, Valencia o Zaragoza. Es más, ha dicho que tampoco le gusta lo que está sucediendo en Portugal, ante la posibilidad de que un tripartito de izquierdas arrebate el poder al conservador Pedro Passos Coelho, y ha alertado de que eso puede ser un "retroceso muy importante".

"Mi posición es la de siempre. Debe gobernar el que tenga más apoyo ciudadano y la gente debe reflexionar qué hace con su voto porque a lo mejor le dan un uso distinto de aquel para el cuál fueron votadas algunas fuerzas", ha advertido, para agregar que de los pactos "ya se hablará en su momento".

En su comparecencia, el presidente del Gobierno ha apelado en varias ocasiones a la estabilidad, ya que esa estabilidad ha permitido en esta legislatura "la transformación del país" y un "cambio intenso y profundo". Es más, ha señalado que si se sigue el rumbo marcado en estos cuatro años, España abrirá un largo periodo de crecimiento y bienestar como no ha conocido nunca. "Mi deseo es que sepamos aprovecharlo", ha advertido.

Los sondeos y el crecimiento de Ciudadanos

En cuanto a si teme lo que pronostican los sondeos sobre el crecimiento de Ciudadanos y si estaría dispuesto incluso a un Gobierno a tres como ha insinuado el líder de Ciudadanos, el jefe del Ejecutivo ha explicado que todas las elecciones "son distintas" y ha precisado que en esta legislatura ha habido una cierta "volatilidad".

De hecho, ha indicado que hace un año UPyD se situaba como cuarta fuerza y que otras fuerzas hace "unos meses decían que eran los primeros" y ahora parece que no lo son, en alusión a Podemos. Por eso, ha dicho que hay que dejar elegir a los ciudadanos, si bien ha subrayado que él pretende "seguir gobernando".

"Entrar ahora en cómo hay que gobernar, a mí no me gusta. Gobernaremos como digan los ciudadanos. Si no soy primera fuerza, no voy a intentar ser presidente del Gobierno, porque yo voy a respetar lo que digan los ciudadanos", ha reiterado el presidente del Gobierno.

Al ser preguntado por las declaraciones del expresidente del Gobierno José María Aznar que pide al PP que reaccione ante la subida de C's y la probable "grieta" en el espacio de centro-derecha, Rajoy ha afirmado que él "respeta las opiniones de todo el mundo".

"A mí lo que me preocupa en este momento es ser capaz de decirle a los españoles que lo mejor para el futuro de España y el propio es que el Partido Popular vuelva a gobernar los próximos cuatro años", ha manifestado el presidente del Gobierno.

Ante el nerviosismo que hay en las filas del PP por las listas electorales y si apostará por una renovación en profundidad, Rajoy ha señalado que su criterio es que "vayan los mejores". "Me parece que es el mejor criterio, como en tantas facetas de la vida", ha zanjado.

Al ser interrogado por su futuro político y qué hará si el PP no es el más votado, Rajoy ha dicho que de momento tiene como "prioridad" hacer cuanto esté en su mano para poder seguir gobernado, "entre otras razones, porque es lo que conviene a España".

"Sería muy triste, muy duro y haber perdido tanto el tiempo dar marcha atrás a lo que se ha hecho en estos casi cuatro años de gobierno del PP", ha aseverado, para añadir que su Ejecutivo ha sentado "las bases para el futuro" y hay que seguir por ese camino para llegar a los 20 millones de empleos en la próxima legislatura. En este sentido, ha afirmado que hablar de lo que puede ocurrir en el futuro "tiene bastante poco sentido" en estos momentos

Momentos difíciles de la legislatura

Durante su comparecencia de balance, ha situado como su "mayor logro" haber evitado el rescate en esta legislatura y ha reconocido que para él fue "muy duro" subir el IVA, quitar la paga extra de los funcionarios o subir el IRPF. Entre los momentos "buenos", ha mencionado cuando le comunicaron por primera vez que España crecía al 0,1 por ciento.

El jefe del Ejecutivo ha subrayado que ha sido una legislatura en la que su Gobierno ha tenido que tomar "decisiones difíciles", que no tienen "ninguna gracia" porque "lo divertido" es "gastar dinero y quedar bien con todo el mundo". "Pero se habían perdido 70.000 millones de recaudación", ha exclamado.

La lucha contra la corrupción

En cuanto a la corrupción, Rajoy ha dicho que es "plenamente consciente del daño y descrédito" que esos casos han causado a la percepción de la política entre los ciudadanos, pero ha destacado que "jamás se ha actuado con mayor autonomía y libertad" por parte de las Fuerzas de Seguridad, la Fiscalía y los tribunales.

Igualmente, ha afirmado que "jamás" se ha aprobado en España una batería de reformas legales tan amplía para prevenir y castigar la corrupción, y ha citado como ejemplo la oficina de gestión de los bienes procedentes de actividades delictivas que persigue que se haga "realidad" que los corruptos "devuelvan lo robado" que se inauguró el pasado viernes.