El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha hecho hoy gala de que mientras su partido se abre a personas "independientes y no indiferentes" como la exdiputada de UPyD Irene Lozano, en el PP "dimiten o se avergüenzan" de lo que han hecho en los últimos cuatro años en el Gobierno.

Sánchez ha defendido el 'fichaje' de Lozano como número cuatro en la lista de Madrid durante la presentación de los candidatos socialistas al Congreso y el Senado, en un acto celebrado ante unas 4.000 personas en el polideportivo Antonio Magariños de Madrid, donde él jugó en la cantera del Estudiantes de baloncesto.

Arropado por los gritos de "¡presidente, presidente!" y de continuas ovaciones, Sánchez ha apelado a la renovación del PSOE para presagiar que ganará las elecciones generales contra un PP que "se resquebraja por la aluminosis de la corrupción".

"En un tiempo en que los dirigentes del PP dimiten o se avergüenzan del PP, nosotros nos abrimos a independientes, no indiferentes, porque siempre supimos que el PSOE es de la mayoría de los españoles y el enorme cauce por el que siempre fluyen corrientes de energía, ilusión y capacidades para cambiar España", ha sostenido.

El acto ha supuesto el estreno de Lozano con la familia socialista, que la ha recibido con aplausos cuando ha aparecido en el pabellón entremezclada con los otros integrantes del comité de expertos del PSOE y los de la Ejecutiva federal.

Solo han estado dos presidentes autonómicos, el asturiano Javier Fernández, y el castellanomanchego, Emiliano García-Page, después del malestar mostrado por el dirigente extremeño, Guillermo Fernández Vara, o el PSOE andaluz, hacia Lozano por sus duras críticas a los socialistas cuando estaba en UPyD.

Antes del acto, Lozano ha afirmado que es "muy tolerante" con las quejas hacia ella, pero ha rechazado pedir disculpas tras reiterar que su entrada en la lista por Madrid como independiente es "un síntoma de cómo están cambiando las cosas en el PSOE". "Comprendo distintos puntos de vista, pero me caracteriza poner el acento en lo que tengo en común con la gente, y mi trayectoria demuestra lo que tengo en común con mucha gente del PSOE", ha alegado.

Lozano no se ha sentado en el escenario con los candidatos, sino que lo ha hecho un par de filas detrás de Sánchez, a quien ha aplaudido como una más de los presentes.

El discurso de Pedro Sánchez

En uno de sus discursos de más empaque desde que es secretario general, Sánchez se ha mostrado convencido de que será presidente del Gobierno aupado por la historia que el PSOE atesora.

"Digámoslo alto y claro. Las mejores páginas de la historia reciente de España se han escrito con puño y letra socialista, con reformas socialistas, tras triunfos socialistas", ha aclamado ante un público entregado. Para Sánchez, ni la derecha, "ni los rupturistas, los de las soluciones fáciles a los problemas complejos", en alusión a Podemos, representan la solución. "Ni unos, ni otros, han traído nunca nada bueno a este país. Jamás. Solo frustración y desesperanza", les ha censurado Sánchez, quien no ha hecho ninguna mención a Ciudadanos, su posible bisagra tras el 20 de diciembre.

Frente a PP y Podemos, Sánchez ha reivindicado al PSOE como el partido que va a "liderar un cambio seguro y valiente" y a proponer reformas "audaces, eficaces y radicales". "Hoy, más que nunca, socialismo es futuro y reforma", ha resumido Sánchez.

Ha reconocido que su programa también será "derogador", empezando por la reforma laboral, la ley educativa y la de seguridad. No obstante, ha dicho que su primera medida será suprimir el hábito de Rajoy de hacer las cosas "por el artículo 33", sin hablar con los demás y sin acordar.

A su juicio, sin un político como Rajoy es incapaz de hablar con nadie y acordar, "no merece la pena que presida España".

Ha garantizado que los socialistas no participarán durante la campaña en "la carrera de las descalificaciones", ni "en el discurso del miedo" por su rechazo a "añadir más motivos al desencuentro y la fractura entre españoles".

A la vista de que hasta su sede "se resquebraja por la aluminosis de la corrupción", Sánchez ha remarcado que el PP tiene que perder las elecciones "por regeneración y limpieza democrática".

El dirigente del PSOE se ha definido como un "político limpio, que dirige un partido limpio y que aspira a gobernar un gobierno limpio".

"Quien se cruce en ese propósito, ya sabe lo que le espera: tarjeta roja directa", ha subrayado para evidenciar su mano dura ante la corrupción.

Sobre Cataluña, el secretario general ha asegurado que su partido no va a modificar la Constitución "bajo la amenaza" de los independentistas, pero tampoco va a renunciar a mejorarla porque le "amenacen" los que quieren romper España.