La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha reprochado hoy al presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, que piense que "la democracia es él" y ha tildado de "barbaridad" que plantee la posibilidad de no acatar una eventual inhabilitación judicial.

Tras declarar ayer ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Mas ha reiterado hoy en una entrevista a RAC1 que la decisión de acatar o no una eventual inhabilitación, a resultas de la querella presentada contra él por la consulta del 9N, dependería del momento en que se produjese.

El presidente catalán en funciones ha apuntado que si la condena llega cuando ya ha terminado el proceso independentista, Cataluña estará "jurídicamente" en un punto diferente, en el que "los tribunales españoles" ya "tendrán poca cosa que decir", mientras que si sucede antes de la secesión ha augurado que habrá "un conflicto muy grande", sin confirmar si en este caso acataría el fallo.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Gobierno ha calificado estas palabras de "auténtica barbaridad".

"Creo que Mas piensa -ha continuado- que la democracia es él y la democracia es el cumplimiento de la ley y el respeto al poder judicial".

La vicepresidenta ha recordado que el artículo 155 de la Constitución -que abre la puerta a la suspensión de una autonomía- está en la Carta Magna, "que señala, claramente, cómo todos los gobernantes, incluidos los presidentes autonómicos", tienen que respetar la Constitución y velar por los intereses generales.

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha dicho que "si llegase el momento habría que aplicar" el artículo 155 de la Constitución, unas palabras que Mas ha tildado de "amenazas".

El presidente catalán en funciones ha asegurado que volvería a organizar el 9N y, ante las respuestas que da el Estado al proceso soberanista, cree que uno sólo puede "inclinarse o plantar cara".

Ha presumido de que, desde el punto de visto estético, no ha habido mayor desobediencia en Cataluña que la del 9N, aunque ha avisado de que "desobediencia" es un término que "te instala en la bronca" y que internacionalmente "no ayuda en nada" al proceso.

El candidato de Junts pel Sí a la presidencia de la Generalitat ha recibido un nuevo 'no' de la CUP a su investidura, por boca del diputado Antonio Baños, que ha alegado que su formación se niega a investirlo, entre otros motivos, porque no cree que "todo quede parado por una sola persona".

Mas ha advertido a Baños que el proceso soberanista no funcionará sin un nuevo gobierno y, para facilitar unas negociaciones que ha dicho que "van para largo", ha remarcado que investir a un presidente no significa darle apoyo en todo.

"No está escrito" que quien inviste al presidente le debe dar apoyo durante toda la legislatura, ha remarcado Mas.

En este contexto, la líder de Ciutadans (C's) en Cataluña y próxima jefa de la oposición en el Parlament, Inés Arrimadas, ha instado a Mas a abandonar el "victimismo", ya que, a su juicio, él era el primero que "sabía que acabaría ante un tribunal dando explicaciones por el 9N".

Ante las "enormes dificultades" de que la CUP invista a Mas, el líder del PSC, Miquel Iceta, ha tendido la mano a "una parte" de Junts pel Sí que quiera un "camino distinto" que no sea "fuera del Estado de derecho" y sirva para mejorar autogobierno y financiación.

El PPC, por su parte, ha reiterado la necesidad de que las fuerzas no independentistas se reúnan en una "cumbre" que sirva para consensuar líneas de acción y dar una salida a la situación actual en Cataluña, por lo que desde la dirección del partido se emplaza a Ciutadans, Catalunya Sí que es Pot y PSC a que propongan fechas para llevar a cabo ese encuentro.